Un ex sargento de Policía, Carlos Zaragoza, hirió a puñaladas a Carlos Pizzini, a su esposa María Rolando y a la hija de ambos: Marilina Pizzini, tras un incidente vecinal con una pelota de fútbol que habría caído dentro de la vivienda y que Zaragoza no quería devolver para que lo dejaran dormir la siesta, ya que jóvenes del barrio habían organizado un “picado” en la calle.
Trasladados los heridos al hospital Masvernat, se supo que Marilina tenía pronóstico reservado, mientras que sus padres quedaban en observación.
Tras el hecho, los vecinos sitiaron la vivienda de Zaragoza, intentando prenderle fuego, con los moradores dentro de ella, situación que fue abortada por una rápida acción policial.