Guillermo Moreno, el secretario de Comercio Interior, quiere tener un inicio de clases en paz. Intenta que el tema de los precios de los útiles escolares no se transforme en una cuestión de Estado, y ya puso en marcha un plan para reflotar una estrategia que en 2011 tuvo buena aceptación.
Este año también se implementará la “canasta escolar”, con precios que tendrán una suba del 7% en relación con la diagramada el año pasado, casi la tercera parte del alza que se espera para los productos que no se contemplen en el combo oficial.
Daniel Iglesias, presidente de la Cámara Argentina de Papelerías, Librerías y Afines, reveló que desde fines de enero el sector mantiene encuentros con Moreno, para conformar una canasta escolar en la que se incluirán unos 55 productos, y que serán aportados por varias de las empresas de primer nivel del segmento de papelería, como Ledesma, Bic, Angel Estrada, Faber-Castell y Mapel.
De acuerdo con las previsiones del directivo, el acuerdo se firmaría entre las partes entre mediados y fines de la semana próxima, por lo que los productos deberían estar a disposición desde la tercera semana de febrero.
“Serán todos artículos de primera necesidad para los alumnos y además productos de primera línea, de marcas reconocidas. Por ejemplo, habrá cuadernos de tapa dura y blanda, lápices negros y de colores, repuestos de hojas, biromes, lapiceras. La idea es que con esos elementos los chicos ya puedan iniciar las clases”, dijo Iglesias.
Durante los próximos días de conversaciones entre los comerciantes y Moreno se terminarán de definir algunas cuestiones como los precios finales y el resto de los productos que se pretende incorporar.
Si bien todavía no se oficializarán los precios con los que se trabajará, como referencia valen los que se habían acordado ante el inicio del ciclo escolar 2011.
En ese caso había productos variados como cuadernos América de 24 y tapa blanda a $ 0,69, lápices negros Faber-Castell a $ 0,70, una caja de 12 lápices de colores a $ 5,72, un set de cinco témperas marca Alba a $ 3,02 o una lapicera a tinta por 4,90 pesos. A estos valores habrá que agregarle para este año un alza aproximado del 7%.
La idea es que esta mercadería se ponga a la venta en la mayor cantidad de comercios posible.
El resto de los productos, aquellos que queden fuera del listado que acuerden el Gobierno y los comerciantes, mostrarán un movimiento diferente.
Los cálculos de las librerías sostienen que, en promedio, los incrementos de precios se moverán entre un 18% y un 20% en comparación con febrero pasado, cuando los padres comienzan a comprar los primeros elementos escolares.
Daniel Alul es el propietario de la librería y papelería Koruya y cuenta con cálculos similares a los del resto del rubro.
“Lo que más se disparó es la papelería, que subió un 26%. En tanto, rubros como las biromes o lápices aumentaron un 18%, contra el 20% que se registró para todo lo que tiene que ver con útiles”, sostuvo.