Boca enderezó el camino y con un sufrido triunfo ante Arsenal paró la racha de derrotas y se acomodó en el Grupo 4 de la Copa Libertadores que lidera el Fluminense de Brasil.
En el desahogo de Pablo Ledesma tras celebrar su gol, el que decretó la victoria, puede resumirse todo lo que le generó a Boca este sufrido 2 a 1 ante Arsenal, en Sarandí, en lo que era como una final para los xeneizes, que ahoradepende de sí mismo para clasificarse a los octavos de final Un nuevo error defensivo le abrió el camino a los locales. Sacó Orion, la pelota la recuperaron los del Viaducto y un centro intrascendente terminó con un gol, en contra, de Clemente Rodríguez. Iban 9 minutos y Boca, otra vez, se complicaba solo e hipotecaba su futuro en la Libertadores.
Pero después del barullo inicial y el golpe que fue el rápido 0-1, sobre todo por la forma, Boca se rearmó y dominó a su rival. Y entonces Mouche, a los 28 minutos, aprovechó una pelota que quedó boyando en el área rival y definió por abajo del cuerpo de un desesperado Campestrini para poner lo que a esa altura ya era el merecido 1 a 1. Al xeneize no le alcanzaba la igualdad para encaminarse en la copa y proyectar una hipotética clasificación a octavos de final con claridad. Entonces Falcioni movió las piezas, sacó a un Rivero con poco ritmo y metió a Ledesma, que de Europa se trajo una dinámica sorprendente, que le sumó a su ya ratificada pasión por la camiseta auriazul. Y justo Ledesma, quizás el mejor de Boca, se vio venir el centro de Clemente Rodríguez desde la izquierda y, al igual que el domingo contra Independiente, fue, anticipó y ganó: 2 a 1 a los 22’ para volver a soñar.

Fluminense
El Fluminense con gol de Anderson a los 57’ logró, en Río de Janeiro, una sufrida victoria por 1-0 al equipo venezolano de Zamora y se confirmó como líder.