Ante las notorias incongruencias entre los números locales y nacionales, distintos distritos fueron discontinuando la publicación de la cifras del Índices de Precios al Consumidor (IPC) y de la canasta de subsistencia. Las mediciones - esenciales para relevar el costo de vida- tendían a duplicar los datos brindados por el cuestionado Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), el cual registra una inflación anual del 9,9 por ciento. Las provincias, que están alineadas con el gobierno nacional y tomaron la decisión de suspender la difusión de estas estadísticas- son Entre Ríos, Jujuy, Salta, Mendoza, Chaco, Río Negro y Misiones. Ésta última, por ejemplo, dejó de informar desde marzo el índice de precios al consumidor anual para la ciudad de Posadas - la última medición fue del 22 por ciento-.De las 13 provincias que tienen mediciones propias, sólo quedan seis distritos que continúan difundiendo los datos de manera autónoma. Son Chubut, que registra una inflación anual del 23,6 por ciento; La Pampa, con 18,8 por ciento; Tierra del Fuego, con un 23,5 por ciento; San Luis, con 23,9 por ciento; Santa Fe, con el 21 por ciento; y Neuquén, con 28,6 por ciento. 

Los números de las provincias adquirieron relevancia para diagnosticar los cambios en los precios después de la intervención del Indec a fines de 2006, cuando se levantó un manto de sospecha luego de las denuncias internas de manipulación de datos en el organismo. 

Tras la desconfianza y "falta de credibilidad" generada en el organismo, distintos institutos de investigación, como CENDA - que dirigía el actual viceministro de Economía, Axel Kicillof- y CIFRA - centro perteneciente a la CTA oficialista conducida por Hugo Yasky- elaboraron mediciones propias tomando como fuentes las estadísticas provinciales.