Con la mente puesta en un único objetivo, la permanencia, Independiente afrontó su presentación en los 16° de final de la Copa Argentina con un equipo conformado por juveniles y suplentes. El destino le guiñó el ojo a Miguel Ángel Brindisi y los suyos, prolongando su buen momento, terminaron festejando una victoria por 4-2 en los penales ante Boca Unidos, tras el 1-1 de los 90 minutos en Chaco.

El trámite había comenzado adverso para el Rojo, que nunca pudo controlar a un Cristian Núñez en gran nivel. Justamente desde los pies del delantero nació un contragolpe que Gonzalo Ríos (PT 25m), con una electrizante corrida, culminó con una gran definición cruzada para poner el 1-0. El escenario era ideal para que los correntinos lo liquidaran de contra.

Pero con el correr de los minutos los pibes de Independiente se asentaron en el partido y empezaron a merodear el empate, mientras Boca Unidos se defendía cada vez más cerca de su arco. Esa igualdad llegó cuando Leonel Miranda (ST 21m) buscó el palo del arquero en un tiro libre y Gastón Sessa opuso una débil resistencia para permitir el 1-1. Ambos buscaron la victoria, armando un entretenido ida y vuelta, pero el empate se mantuvo inalterable.

Y entonces se definió en los penales. En esa instancia, Fabián Assmann, reemplazante del lesionado Hilario Navarro, se erigió como figura al contener los remates de Marcelo Quinteros y de Alan Pérez. Para el Rojo convirtieron Sergio Ojeda, Juan Manuel Trejo, Víctor Zapata y Lucas Villalba, el decisivo. El único que erró fue Miranda. Por el lado de los correntinos, los dos convertidos llegaron a través de Núñez y José Luis Villanueva.

Fue 4-2 desde los doce pasos y clasificación de Independiente a los octavos de final de la Copa Argentina, donde ya espera Arsenal, vencedor de Platense en la instancia previa. El Rojo está dulce y pretende seguir de racha. Para salvarse del descenso y, por qué no, seguir creciendo en este certamen.