Concordia
Un ganador del Telekino donó una tonelada de alimentos
Por el camino de mejorar la calidad de vida y de ayudar al prójimo, el comedor comunitario ubicado en el barrio José Hernández por parte de la comunidad católica de la Parroquia Nuestra Señora de Virgen del Valle recibió una agradable donación. La historia cuenta que un concordiense ganador del premio Telekino destinó una tonelada de alimentos a esta institución, que diariamente ofrece una cena digna a decenas de personas y en su mayoría chicos.
El sistema de premio del Telekino ofrece, además del pago con dinero al beneficiario, hacer una donación y gentilmente este concordiense vio con buenos ojos hacer llegar la donación a este comedor en un barrio carenciado de Concordia.
El Padre Marcelo Dalmazo, párroco de la parroquia Virgen del Valle, se mostró feliz por la noticia ya que ayuda para apalear la difícil misión de tener que golpear puertas diariamente para conseguir donaciones.
“Siempre estamos soñando en dar una mano al que más necesita y cuando aparece alguien que quiere ayudarte, siempre es bueno”, reflexionó.
Respecto a la donación que recibirán, contó que “fue una elección de alguien de la comunidad que sacó un premio en el Telekino y como parte del premio, esta empresa dona alimen-tos a quien el que gana el premio elige. Es un honor haber sido elegido por esta persona. Nos viene bien por el comedor que estamos tratando de sostenerlo. Son mil kilos de alimentos, divididos en varios artículos y sin dudas que bienvenidos serán”.
Trabajo cotidiano
En cuanto al trabajo diario que efectúan desde el comedor, Dalmazo expresó que “trabajamos día a día a pulmón, estamos sosteniendo el comedor y en este momento son 185 personas, de los cuales 120 son chicos que comen todas las noches. Fun-damentalmente trabajamos con donación de gente buena y a pulmón nuestra gente para ir coordinando día a día entre las mismas mamás del barrio que cocinan. Es un trabajo de hor-miga”.
El espacio para los más necesitados está ubicado en calle Sargento Cabral al fondo, antes de su intersección con las vías del ferrocarril. El párroco comentó que el alimento fue recibido en la parroquia y luego se los llevará diariamente al comedor en la medida de la necesidad. “Por suerte tenemos esta donación porque en realidad mensualmente estamos usando 120 kilos de arroz y fideos por mes para el comedor”, contó.
Por otra parte, el cura expresó que la intención de su grupo de trabajo es seguir soñando en grande. “Soñamos con construir un centro educativo, un lugar para hacer talleres y que los pibes como las familias aprendan oficios nuevos”, dijo Dalmazo y además agregó el perjuicio provocado por la naturaleza con respecto a las malas cosechas en el citrus, aventuró que “creo que se nos vienen días duros por la necesidad. Intentaremos dar una mano, más allá de que nos quedamos con ese sabor amargo de que es poco”.