PARANA.
ROBO AL SANTUARIO DEL GAUCHITO GIL.
El santuario del Gauchito Gil, ubicado en el acceso Norte, a pocos metros del ingreso a la capital entrerriana es evidentemente un blanco fácil para los hechos delictivos. Este domingo, entre la medianoche y las 8.30 de la mañana (hora en que llegó al lugar la familia que mantiene el templo) desconocidos llevaron a cabo el robo número 35, ésta vez acompañado de la destrucción de imágenes. Lo asombroso fue que en la imagen de yeso del gaucho las llamas le dibujaron dos lágrimas.
El escenario que encontraron los Godoy era devastador, con dos imágenes de gran tamaño, de la Virgen María y del Gauchito Gil, destrozadas por el fuego y el faltante del dinero de las ofrendas que los creyentes hacen tanto al gaucho como a San La Muerte. Se alzaron además con las botellas de vino, whisky y cigarrillos que también forman parte de los obsequios a los santos profanos. Los saqueadores ingresaron tras realizar un boquete en la pared.
“Somos la cara visible del lugar. Estamos profundamente afectados por lo sucedido, como gran parte de los fieles. Ayer al llegar nos encontramos con un boquete en la pared por el que ingresaron los ladrones. No conformes con llevarse las cosas, se ensañaron y prendieron fuego el lugar, incluídas dos imágenes de gran tamaño, que tienen un costo importante y no sabemos si se podrán recuperar. Nuestra fe fue cobardemente manoseada y pisoteada por personas de mal vivir”, explicó Mario Godoy.
Los cuidadores hicieron notar que, tras el ataque, a la imagen de yeso le aparecieron dos lágrimas, una en cada ojo, que no se encontraban allí anteriormente. Dejaron abierta la puerta a que las llamas hayan dibujado las gotas milagrosamente.
Aún los Godoy no realizaron la denuncia ante la Comisaría 14º, distante unos metros del lugar. “Cuando me sienta un poco mejor voy a acercarme hasta ahí”, aseguró y deslizó que tiene un sospechoso.
De todos modos, aprovechó la ocasión para manifestar su malestar por el escaso interés que las autoridades gubernamentales tienen por el santuario, tanto que incluso –indicó Godoy– no forma parte de las visitas que proponen tanto de la dirección de Turismo municipal como provincial. “Nos sentimos marginados”, señaló.
“Este es el robo número 35. No sabemos qué hacer, ya compramos candados, colocamos rejas en el frente, en las ventanas, nos han ingresado por el techo, ahora por la pared. Estamos desprotegidos y encima quienes ingresaron lo hicieron con saña, porque no contentos con llevarse las cosas, destrozaron el santuario”, remarcó Godoy.
El robo anterior fue el pasado 22 de junio de 2012. “Dejan pasar unos pocos meses y otra vez vuelven a actuar”, lamentó el vecino.
Sobre todo los fines de semana, gente de Córdoba, Buenos Aires y de distintos puntos de la provincia se acercan hasta el santuario para honrar al santo profano.
Devoto de San La Muerte
Que el Gauchito, dice su liturgia, haya sido devoto de San la Muerte, explica que en el interior del templo haya tantas imágenes de lo que la mitología romana identifica como una de las Parcas.
El Gauchito Gil es un personaje que realmente existió; Gil vivió en Corrientes entre 1847 y 1874. En vida se lo conoció como Antonio Mamerto Gil Núñez.