CRECE LA EXPECTATIVA POR LAS LLUVIAS.
PREOCUPACION POR LOS CULTIVOS.
El fin de semana pasado, las precipitaciones se concentraron en el centro, sur y este de la provincia de Buenos Aires, con registros de entre 15 y 70 milímetros. Allí se hace el 50% del trigo a nivel nacional (casi dos millones de hectáreas, sobre un total estimado para este ciclo de 3,9 millones de hectáreas), y luego de la siembra presentaba buenas condiciones.
Sin embargo, en otras áreas, como el centro norte de Santa Fe y el NEA, que representan el 10% del área, no sólo no hubo precipitaciones, sino que se agrava el estado de los cultivos. Tampoco se registraron precipitaciones en Córdoba y los milimetrajes fueron escasos en Entre Ríos.
"El norte de Córdoba, norte de Santa Fe, NOA y NEA no recibieron nada. Estas últimas regiones son las que necesitan agua con urgencia, ya que el trigo está avanzado fenológicamente [encañando o espigando] y transitando su etapa crítica, por lo que en condiciones deficitarias como las que está pasando ahora ya está perdiendo potencial de rendimiento", dijo Juan Ignacio Dreiling, analista de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
En cuanto al maíz, en la actualidad se tendría que estar sembrando en el nordeste de Córdoba, el centro norte de Santa Fe, Entre Ríos y el norte bonaerense. Sin embargo, por la escasez de humedad las tareas están atrasadas.
Suelos secos
"Hoy los primeros centímetros del suelo están completamente secos y para sembrar es necesario una lluvia de buen caudal, cercano a los 40 milímetros o más. De estas regiones, sólo Entre Ríos acumuló precipitaciones este fin de semana, pero los registros estuvieron muy por debajo de lo requerido para arrancar con la siembra de maíz", indicó el analista.
Cristian Russo, especialista de la Bolsa de Comercio de Rosario, coincidió: "Esto no alcanza para que empiece la siembra".
Eduardo Sierra, experto en agroclimatología, también destacó que "todavía no llovió lo necesario para la siembra del maíz". Y añadió: "Las lluvias fueron ligeras en gran parte del área agrícola, pero podrían ser más efectivas cuando vuelvan". En este sentido, según el agroclimatólogo "se ven lluvias más abundantes del jueves [por pasado mañana] en adelante".
Para el maíz, una generalización de las precipitaciones ayudaría a que la siembra proyectada no caiga más, ya que el lote que deja de sembrarse con este cereal por falta de humedad pasa a soja cuando llegan las lluvias. Un aliciente es que, no obstante, aunque con menores potenciales de rinde, el productor puede trasladar el maíz a siembras más tardías.
Según la Bolsa de Cereales porteña, la siembra de maíz para grano comercial caerá 3,2%, a 3.560.000 hectáreas. Pero hay cálculos privados respecto de que el área podría reducirse aun más si, entre otros factores, se demoran las precipitaciones.
En el trigo, si bien en las zonas donde se hace más del 50 por ciento del cultivo las condiciones por el momento son favorables, hacen falta precipitaciones para las regiones donde ya se está perdiendo potencial de rendimiento. El año pasado la cosecha del cereal fue de 8,5 millones de toneladas, lo que representó una merma del 41,4 por ciento respecto del ciclo anterior, según datos del Ministerio de Agricultura. Ahora necesita de buen clima para que pueda apuntarse a una producción mayor.