Boca, con un invicto de 27 partidos, se coronó campeón del torneo Apertura de fútbol de primera división, al golear ayer en una Bombonera repleta a Banfield por 3 a 0, cuando todavía quedan dos fechas para completar el certamen argentino.
El delantero Darío Cvitanich, a los 9 y 43 minutos del primer tiempo, y el mediocampista Diego Rivero, al minuto de la segunda etapa, marcaron los goles del equipo dirigido por Julio César Falcioni. El partido fue dirigido por Héctor Baldassi, que se retiró de esa forma de la actividad deportiva.
Con este resultado, el equipo "xeneize" llegó a 39 puntos, 11 más que su escolta Racing y 12 por encima de Tigre (juega hoy con San Lorenzo), cuando quedan sólo seis en juego.
El Taladro, por su parte, es la contracara ya que continúa en el último lugar de la tabla de clasificaciones con apenas 11 unidades.
El flamante campeón del fútbol argentino se aseguró, además, un lugar en la edición 2012 de la Copa Libertadores de América, a la que regresará después de más de dos años de ausencia. Boca compartirá la zona con Fluminense de Brasil (el equipo que lo sacó en semifinales de la Libertadores de 2008), Zamora de Venezuela y el ganador del choque en la fase eliminatoria entre Arsenal y el tercer clasificado de Perú.
Lo cierto es que Boca empezó ayer a liquidar el encuentro con el primer gol de Cvitanich (ex Banfield), a los 9 minutos, y después lo controló con su habitual solidez en defensa y criterio en el mediocampo.
En esas condiciones, lo terminó de definir a 120 segundos del final de esa misma etapa, con otro grito de Cvitanich, el cuarto del delantero en el campeonato. Entre un gol y otro pasó poco y nada en el enfrentamiento, ya que Boca lo reguló y manejó a su gusto, y Banfield fue víctima de sus propias limitaciones futbolísticas.
Una fiesta.
Sin embargo, el espectáculo estuvo en las tribunas, con la fiesta que protagonizaron los casi 50 mil hinchas que le dieron un marco imponente a La Bombonera. Juegos artificiales, papelitos, cánticos (algunos dedicados a los simpatizantes de River, que hoy juega en la Primera B Nacional),
banderas y muchas camisetas azules y amarillas le dieron color a la jornada.
Pero también hubo un segundo tiempo y cuando recién iban poco más de 60 segundos, el "Burrito" Rivero convirtió un verdadero golazo, con un remate desde afuera del área que se metió directamente en el arco visitante defendido por Christian Lucchetti, que quedó parado sin reacción ante semejante disparo.
El 3-0, a esa altura, era anecdótico. Es que todo el pueblo "boquense" esperaba por el ingreso de Juan Román Riquelme, el máximo ídolo de la institución en la actualidad, que arrancó en el banco porque aún lo aqueja una fascitis plantar en el pie izquierdo.
Y Falcioni les dio el gusto a los 19 minutos. Así el "10" volvió a jugar luego de cinco fechas. Su último partido había sido en la undécima jornada frente a Belgrano de Córdoba.
Con Riquelme en el campo de juego, la fiesta fue completa en la Bombonera. Fue la frutilla del postre. Así, con el ídolo en la cancha, alcanzado su partido número 600, Boca dejó atrás tres años para el olvido, con muchos sinsabores en diferentes competencias. Celebró su 24to. título y gritó campeón, con la tranquilidad de ser el mejor equipo del fútbol argentino de la actualidad, y sin un serio rival a la vista pensando en la próxima temporada.