El pan es uno de los alimentos más populares entre los argentinos. Su consumo se extiende a distintas horas del día, para acompañar el desayuno, el almuerzo, la merienda o la cena, y sus distintas variedades se ofrecen a diario en cada puesto de venta de la ciudad.
Desde hace más de seis meses, su precio se mantiene intacto, a pesar de los aumentos en las materias primas, a excepción de la harina que se utiliza, que bajó en diciembre y luego recuperó su valor de 1,50 pesos.
Hoy, para comprar un kilogramo de pan francés, que es una de las variedades que más salida tiene, hay que considerar un precio promedio de 7,50 pesos. También se venden mucho el varilla, mignon, galleta y caserito, que tienen el mismo precio o cuestan un peso más.
Quienes se dedican a esta actividad concuerdan en que una familia tipo de cuatro integrantes compra alrededor de medio kilogramo por día en verano. Es decir que, en la temporada estival, requieren 112,50 pesos por mes para llevar el pan a su mesa. El invierno, en cambio, es la época más favorable para el rubro, ya que el consumo se incrementa al doble.