buen ritmo avanzan las obras de la primera etapa de la puesta en valor del Castillo San Carlos en la ciudad de Concordia. Las tareas que se están desarrollando para preservar las ruinas del histórico edificio, ícono cultural y turístico de la ciudad, consisten en apuntalar la estructura como también limpiar el exterior de la casona.
“Las acciones que se desarrollan comprenden la primera etapa, que son las obras básicas de preservación”, se indicó desde la Municipalidad.
Las obras que se están realizando son las del proyecto ganador creado por jóvenes arquitectos de la ciudad, que resultó seleccionado en el concurso que hizo la Municipalidad junto al Colegio de Arquitectos de la región Noreste.
“Se comenzaron a apuntalar las ruinas, a limpiar y a sacar en la parte exterior los graffitis, limpiar la parte inferior, las caballerizas que hoy tienen mucha humedad. Y a mejorar toda la infraestructura y el entorno”, se detalló.
“En la segunda etapa se construirán pasarelas, se colocarán dispositivos para que los visitantes no tengan un contacto tan directo con las ruinas como forma de cuidar el patrimonio histórico de la región. Se implementarán visitas guiadas como se hace en otros puntos del país. El objetivo es recuperar integralmente este espacio tan importante y representativo que tenemos los concordienses y que merece ser rescatado del olvido”, explicó el intendente Gustavo Bordet.
“Todas las obras que hacemos desde la Comisión son muy importantes pero creo que esta tiene un componente adicional, ya que es una obra que la va a admirar, la va observar y a disfrutar toda la ciudadanía de Concordia. Es un proyecto que tiene mucha historia, que contó con la participación de varios sectores, como el Colegio de Arquitectos y de vecinos interesados en recuperar este edificio”, indicó, por su parte, Hugo Ballay, presidente de Cafesg.
OBRAS. Las obras que comprende la primera etapa son: eliminación de suciedad superficial y de todo el depósito superficial, sin dañar o alterar la superficie de los materiales tratados.
La limpieza general de los muros se realizó mediante hidrolavado y se utilizó un spray de agua a baja presión.
También se eliminó la vegetación invasiva. Esta tarea se realizó al inicio de la obra, las plantas que han crecido en los muros fueron tratadas rociándolas con un herbicida de amplio espectro y de primera calidad.
Asimismo, se indicó que se eliminaron los grafittis y todas las marcas, rayas o manchas de pintura que estaban en las paredes y se hizo un tratamiento de revoques desprendidos, según se detalló.
La propuesta de puesta en valor de la ruinas de San Carlos demandará varios millones de pesos y los trabajos son financiados por la Cafesg.
Deterioro
El castillo que cautivó y visitó en unas diez ocasiones el autor de El Principito, Antoine de Saint Exupery, es una vieja casona ubicada en un predio de 100 hectáreas en la capital del citrus. Ese palacio fue construido a pedido de un industrial francés, en 1886. Para su construcción, según se refleja en los archivos históricos, el material que se usó, desde los cimientos hasta los techos, fue importado de Europa.
El edificio sufrió no sólo saqueos sino también un incendio, que lo dejó en ruinas, tal como se encuentra en la actualidad. Por el valor histórico que tiene el castillo, la Municipalidad de Concordia solicitó a la Comisión Administradora de los Fondos Especiales de Salto Grande (Cafesg) que financie la restauración del edificio.
El proyecto de restauración en etapas
El proyecto de la puesta en valor de la ruinas de San Carlos se desarrollará en tres etapas. La primera, que ya comenzó demandará una inversión de 2,5 millones de pesos.
“El propósito de esta intervención es el de recuperar la memoria preservando lo construido, lo que solo tiene sentido si el sitio puede ser recorrido por los visitantes, vecinos de la ciudad o turistas, incorporando a este último como el destinatario del resultado final de este proceso”, se indicó en la propuesta ganadora de los arquitectos María Alejandra Bruno; Jorge Manuel Lessa; Marcelo Leonardo Magadan y el ingeniero Florencio Esteban Bourren.
De la propuesta de restauración, se desprende que como el palacio posee dos niveles, el criterio de intervención es ofrecer a los visitantes “tres recorridos”.
Uno de ellos, la planta a nivel de acceso, es la que se iniciará el paseo, tendrá un desarrollo de pasarelas, por el que se podrá recorrer todo el edificio: desde el patio delantero y la terraza al río. “Desde esa planta, y aprovechando su carácter superior, se podrá observar la totalidad de la planta semienterrada, sin necesidad de bajar a la misma”, se indicó, al tiempo que se aclaró que “será totalmente accesible a las personas con dificultades motrices, desde donde visualizará internamente todo el conjunto”.
La otra etapa se trabajará sobre “la planta semi enterrada, que se compone de dos alas laterales sin conexión física entre sí. Cada una de ellas tendrá su propio acceso y recorrido por pasarelas de similares características”.
“Los tres sistemas de recorridos podrán funcionar individualmente (se habilitarán parcialmente por etapas de construcción y/o disponibilidad presupuestaria para su funcionamiento) y podrán vincularse en un recorrido total e integrado verticalmente por las escaleras internas cuando el contexto de usos así lo requiera”, se indicó.
La obra de puesta en valor también contempla que el palacio, una vez que se restaure, cuente con personal de seguridad y guías turísticos.