La dupla técnica de Patronato compuesta por Luis Medero y Claudio Marini cuenta en su plantel con un comodín. Se trata de un jugador que puede adaptarse a distintas posiciones dentro del campo de juego, ya sea en la última línea como en el mediocampo.

Carlos Fondacaro confiesa que se siente más cómodo cuando oficia el rol de marcador de punta izquierdo. En ese sector debutó en Primera División con la camiseta de Boca Juniors de la mano de Carlos Ischia, pero aclara que no tiene inconvenientes en moverse en otra posición.

El polifuncional jugador selló su vínculo con Patronato. Luego se trasladó rápidamente a Buenos Aires para comenzar a efectivizar su mudanza e instalarse definitivamente en la capital entrerriana tras dos años de vivencia en el Jardín de la República, donde jugó los últimos dos años con la casaca de Atlético Tucumán.

En el Rojinegro se reencontró con viejos amigos con los que compartió planteles en las divisiones formativas del Xeneize. En ellos se amparó para aceptar la propuesta emitida desde barrio Tiro Federal. “Chaco Morel me dio muy buenas referencias del club, por eso decidí venir a Patronato”, indicó la séptima incorporación Santa.

El arquero no es el único jugador con el que compartió en el elenco de la Ribera. Sebastián Vidal y Gastón Rossi, otras de las caras nuevas del elenco paranaense, jugaron con Fondacaro en la Reserva Xeneize. Además, el Pollo, quien fue dirigido por M&M en la CAI de Comodoro Rivadavia, lo convenció por el estilo futbolístico que pregona la dupla técnica Rojinegra. “Son entrenadores ofensivos y eso me gusta porque atacamos permanentemente y me permite sumarme al circuito de ataque”, se entusiasmó.

Claro que otro de los argumentos que terminó de inclinar la balanza fue el respeto que adquirió el único representante entrerriano en la Primera B Nacional. “Hizo una gran campaña en la temporada pasada, y este año trataremos de hacer lo mejor posible. Venimos por un objetivo y trataremos de llevarlo adelante”, apuntó.

La meta es bien ambiciosa. Tal vez define su personalidad, su temperamento. Fondacaro aludió a una premisa como piso. Aspiro a grande. Se ilusiona con hacer historia con su nueva camiseta. Quiere regresar de Buenos Aires con un bolso lleno de ilusiones para cristalizarlo a mitad de 2013. “El objetivo es ganar todos los partidos”, chapeó. Luego argumento su visión optimista. “Creo que ganando todos los partidos vamos a tener la gran posibilidad de ascender a Primera, pero para eso tenemos que comenzar de la mejor manera el campeonato”, interpretó.

Temperamento, personalidad ganadora, experiencia, polifuncionalidad. Algunos de los argumentos que adquirió el plantel de Patronato con la llegada de Carlos Fondacaro. El exjugador de Boca y Atlético Tucumán sabe que tendrá que pelearla desde atrás para ganarse un lugar en la última línea. La dupla técnica pudo conservar los intérpretes que se consolidaron en ese sector en la recta final de la pasada temporada, pero de a poco va sumando recambio. El material promete dar lucha para ganarse un lugar, pero con la mente puesta en un objetivo grupal: seguir haciendo historia.