El escribano Javier Atilio Foletto, de la ciudad de María Grande, fue suspendido del ejercicio de las funciones notariales por el término de cinco años. Así se desprende del Decreto Nº 2.416 del Ministerio de Gobierno y Justicia publicado ayer en el Boletín Oficial.
La historia data de varios años y se funda en irregularidades detectadas y juzgadas. Según se puede reconstruir de la publicación oficial, en junio de 2008 el Colegio de Escribanos de Entre Ríos dispuso instruir un sumario contra Foletto en virtud de “las numerosas y variadas observaciones formuladas en un acta y que constituyen violaciones a diversas disposiciones formales notariales y de legislación de fondo, poniendo en riesgo la existencia jurídica de alguno de los actos notariales observados”, y se sugirió la suspensión por cinco años. Obviamente que el profesional interpuso un recurso de apelación contra las resoluciones del Colegio de Escribanos.
En 2010, la Sala Laboral del Superior Tribunal de Justicia (STJ) rechazó el recurso de apelación interpuesto por el escribano Foletto y al tiempo le negó el recurso extraordinario federal.
En marzo de 2011, el Colegio intimó al escribano, a que “en el plazo de 48 horas haga entrega ante dicho Colegio del cuaderno de protocolo y libro de registro de actos e intervenciones extraprotocolares en uso, a los efectos de su debida intervención y constancia de comienzo del plazo de cumplimiento de la sanción impuesta, todo ello bajo los apercibimientos legales correspondientes”. La sanción que se le aplicó a Foletto es la que antecede a la destitución, según el artículo 98 de la Ley Nº 6.200.
La información oficial indica y precisa que el profesional de marras ya no podrá trabajar hasta que cumpla la sanción dispuesta por el Colegio de Escribanos de Entre Ríos, que fue notificado de la resolución. El cese de la actividad debe ser inmediato.