Un ex seminarista oriundo de una población cercana a Paraná declaró ayer en Tribunales y complicó aún más al cura Justo José Ilarraz, al dar cuenta de los abusos que sufrió mientras permaneció en el Seminario menor de la capital entrerriana. El testimonio se extendió por casi dos horas, ante el fiscal de Cámara Rafael Cotorruelo y se transformó en la segunda de las víctimas que comparece en la causa iniciada de oficio por el procurador general del Superior Tribunal de Justicia, Jorge García.El joven abusado habría sido uno de los primeros que denunció al cura Ilarraz en 1992, lo que motivó el inicio del Juicio Diocesano en su contra y su inmediato desplazamiento del Seminario. En tanto, pudo saberse que no se descarta que en los próximos días viaje una comisión judicial hacia Tucumán, para mantener un encuentro con autoridades de dicha provincia y trabajar en conjunto, ante la posibilidad de que también aparezcan otras víctimas en la zona de Monteros, donde estuvo radicado Ilarraz en los últimos diez años.