El juez de Instrucción de Paraná, Alejandro Grippo, ya tiene en su despacho el planteo de prescripción de la acción penal y la suspensión del avance del proceso que presentó el abogado defensor del sacerdote Justo José Ilarraz, acusado de abusar sexualmente de 50 menores que iniciaban la carrera religiosa en el Seminario Menor de Paraná.
El abogado Juan Ángel Fornerónpidió el cierre de la causa, ya que pasaron los 12 años que estipula el Código Penal para perseguir a una persona por el delito que “se le quiere endilgar al sacerdote”. Si bien supuestamente los abusos ocurrieron entre 1984 y 1992, los abogados querellantes Marcos Rodríguez Allende y Walter Rolandelli entienden que la investigación no debe cerrarse, ya que “todavía no se sabe cuándo ocurrió el último hecho”.
En síntesis, la defensa planteó la aplicación del artículo 62 inciso 2º del Código Penal que fija en 12 años la prescripción. A su vez, descartó que se pueda imponer en este caso la denominada Ley Piazza, aprobada en 2011 que amplió los tiempos de cierre de una causa. “La prescripción de la acción comenzará a correr desde la medianoche del día en que este haya alcanzado la mayoría de edad” y no “desde la medianoche del hecho” como era anteriormente. También, la defensa consideró que la reciente modificación del artículo 63 del Código Penal, conocida con el apellido del diseñador, colisiona con el artículo 9 del Pacto de San José de Costa Rica sobre el Principio de Legalidad y de Retroactividad que establece: “...tampoco se puede imponer pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito...”.
Fornerón “hoy Ilarraz está sufriendo una condena social, es una víctima”, y añadió: “Trabajaremos para transparentar en medida de lo posible y lograr que se repare todo el daño que se ha hecho”. El profesional precisó que si se dicta la extinción de la acción penal, al juez le corresponde dictar “el sobreseimiento”.
La oposición de la querella
Marcos Rodríguez Allende que “esto se contradice con las palabras de la Iglesia y de Ilarraz que justamente pidió que se investigue lo que ha pasado”, y agregó: “Adelantamos desde ya el rechazo, ya que todavía no se puede precisar cuándo ocurrió el último hecho”. El letrado aseguró que “es necesario que la investigación evolucione para poder determinar con mayor precisión todos los hechos que se le endilgan a Ilarraz”.
Allende mencionó que “esta medida pedida con todo derecho por la defensa está lejos de parecerse a los mensajes y los comunicados oficiales de la Iglesia. Es decir, en conclusión lo que pretende la defensa es que sencillamente se cierre la causa como si nada hubiera pasado”. Por otra parte, Rodríguez Allende confirmó que “ya están pedidas las pericias psicológicas y psiquiátricas para el sacerdote Ilarraz”.
Todo indica que el Superior Tribunal de Justicia terminará interviniendo en la causa fuese cual fuese la determinación del juez Grippo.