Al igual que aquel 30 de agosto de 2011, no hay rastros de Juan José Morales. Harán una nueva marcha en reclamo de justicia. El papa Francisco envió apoyo y pidió para que “Pocho” regrese
La tarde noche del 30 de agosto de 2011 Juan José Morales salió de la tómbola Pochito de San Jaime de la Frontera. Hizo el recorrido de siempre en su bicicleta roja, pero nunca regresó. A las 20.15 lo vieron por última vez en la vereda de la agencia, cuando iba a completar la cuadra con los apostadores. Hoy se cumplen dos años de la desaparición, y su familia tiene la misma incertidumbre que aquella noche. Esta tarde se movilizarán en la localidad, acompañados de vecinos, organizaciones y otros familiares de víctimas de delitos.
En la investigación hay gran cantidad de medidas adoptadas en todo este tiempo, de las que no se pudo rescatar ni una sola pista seria, que oriente un poco la búsqueda. Casi todo el pueblo pasó a declarar como testigo, se hicieron allanamientos “casa por casa” y requisas domiciliarias específicas mas profundas. Se rastrilló el pueblo, los campos aledaños y las banquinas a varios kilómetros a la redonda. Se libraron pedidos de información a todo el país y se ofreció una recompensa de 100.00 pesos por cualquier información sobre Pocho. Pasaron un georradar por varios lugares y viviendas, que no dejaron resultados auspiciosos.
Estas son algunas de las tareas que se realizaron en 24 meses, cuyos resultados fueron más desilusión que expectativas. El nuevo fiscal de la causa, Maximiliano Larocca Rees, citó a declarar nuevamente a todas las personas que considera necesario que amplíen y aclaren las dudas tanto suyas como de los abogados querellantes que representan a la familia, Guillermo Vartorelli y Miguel Cullen.
Walter Morales, el hijo de Pocho, dijo a Uno que hoy se movilizarán a partir de las 14 desde la puerta de la agencia de quiniela hasta la plazoleta que hicieron a la vera de la ruta 127 en el ingreso al pueblo, que tiene los nombres de Juan José Morales y del otro desaparecido, Sebastián Ortiz (Ver recuadro).
Estarán acompañados por familiares de otras víctimas de delitos como Víctor Ferré, padre de Sebastián, joven asesinado hace dos meses en General Campos. Además estará presente la Fundación Alameda y la Asociación Civil Red de Alerta de Entre Ríos, integrante de la Red Antimafia Nacional contra el crimen organizado, la cual además informó que en la marcha se exigirá a la justicia “la no criminalización de la protesta social”, debido a que “la sobrina de Morales, Nuria Miño, está imputada en una causa por manifestarse con la comunidad de San Jaime pidiendo la aparición con vida de su tío”.
Otro caso muy parecido
Un año antes de la desaparición de Juan José Morales, con solo una semana de diferencia, Sebastián Ortiz desapareció sin dejar rastros en San Jaime de la Frontera. Tenía la misma edad (66 años), también andaba en una bicicleta roja y fue visto por última vez el lunes 6 de setiembre, a la misma hora que Pocho, alrededor de las 20.30.
Ortiz era un vendedor ambulante oriundo de Paso de los Libres, Corrientes, y desde hacía 20 años alquilaba una habitación en San Jaime, donde se dedicaba a la venta ambulante de elementos para el hogar. Lo buscaron por todos lados, en Entre Ríos y Corrientes, pero no hubo noticias. Se sospechó de un ajuste de cuentas por el comercio ilegal fronterizo, por un terreno en licitación en Curuzú Cuatiá y hasta por haberse movido en el ambiente de riñas de gallos, pero nada pudo ser confirmado.
A las similares circunstancias, se agrega que ambos llevaban consigo unos 1.500 pesos. Ninguna de las investigaciones pudo hasta ahora develar sus destinos, y tampoco encontraron motivos que puedan dar la mínima explicación de sus ausencias.
