El AEC volvió a mostrar severas fallas defensivas, pero mejoró a tiempo y pudo desnivelar a su favor. Derrotó a Unión de Santa Fe por 93 a 83 en juego correspondiente a la quinta fecha del Torneo Nacional de Ascenso. Echagüe ganó un partido muy importante ante un adversario duro, muy duro. Sin embargo, otra vez volvió a mostrar falencias que si no las corrige le costará caro. Ganó por la calidad de sus individualidades y porque después de un flojo primer tiempo supo corregir a tiempo. No obstante, defensivamente el AEC sigue siendo muy frágil, comete errores infantiles y le anotan con facilidad. Está claro que el elenco de Sebastián Uranga aún no consiguió su identidad, por más que en casa se está mostrando firme.

Echagüe sorteó un oponente de carácter y que tuvo ausencias destacadas (no jugaron por lesión sus dos bases y su norteamericano Tramiel solo lo hizo en el complemento), igualmente mostró chapa y oficio para dar pelea. Finalmente fue por 93 a 83 en un estadio “Luis Butta” que tuvo un clima de vigor en las tribunas con la presencia de simpatizantes de la visita.

¿Por qué ganó Echagüe?. Porque mejoró en el complemento, porque más allá de las fallas le puso empeño y porque adelante volvió a demostrar que tiene muchas variantes, al margen de que sigue siendo un equipo poco ordenado y a veces hasta previsible.

A su vez, contó con un Rodrigo Haag determinante. El pibe le cambió la cara al equipo y en el segundo tiempo fue la principal vía de gol, contagió con sus ganas y mostró un crecimiento importante.