Su conductor, un joven viajante de 30 años, Gustavo Coronel, oriundo de San José, salvó su vida milagrosamente.
El hecho ocurrió, según indicó la policía Arroyo Barú, "cuando el chico regresaba a su ciudad desde San Salvador. De repente, el vehículo largó una bocanada de fuego, sorprendiendo al muchacho, vendedor de artículos de cotillón, que de inmediato detuvo el rodado y se bajó del mismo, sin sufrir herida alguna."
"En ese momento, afortunadamente, pasó por allí una camioneta que se dirigía a San Salvador que le brindó ayuda, mientras se marchaban, el señor de la camioneta llamó para pedir auxilio, temiendo la explosión, que se produjo a los pocos minutos", expresaron desde la dependencia.
Los bomberos de Arroyo Barú sofocaron las grandes llamas que destruyeron el vehículo completamente, informó Radio Melody.