El Ministerio de Salud de la Nación, a través de la Dirección Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (Dinacei) comenzó la distribución a todo el país de la vacuna antigripal. La primera partida fue de un millón y medio de dosis, sobre un total de 7,4 millones adquiridas para este año. Las vacunas serán distribuidas de manera gratuita y obligatoria en los hospitales y centros de salud públicos de todo el territorio nacional.Ayer las vacunas fueron recibidas al mediodía por el ministro de Salud de la Nación, Jorge Lemus, quien destacó que se trata de “una medida de prevención y seguridad que tenemos que comenzar en este punto del año porque en otros países como México ha habido brotes de H1N1”.
Por ese motivo, aseguró que en la Argentina “tenemos que extremar los cuidados, y la recepción y distribución de esta vacuna contra la gripe es fundamental”. A su vez, el ministro Lemus aludió a la “responsabilidad” de los adultos a la hora de ir a vacunarse y de llevar a los niños a que también reciban la vacuna.
La gripe o influenza es una enfermedad viral respiratoria que se presenta habitualmente en los meses más fríos del año, y la vacuna está indicada anualmente para prevenir complicaciones y muertes por gripe en grupos de riesgo, conformados principalmente por niños, embarazadas, mayores de 65 años y el personal sanitario.
Los síntomas gripales suelen aparecer a las 48 horas de efectuado el contagio y la mayoría de los afectados se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico.
Incorporada al Calendario Nacional de Vacunación, la vacuna contra la gripe debe ser recibida todos los años por las personas que tienen más riesgo de sufrir complicaciones y fallecer: el personal de salud; las embarazadas en cualquier trimestre de gestación y las puérperas hasta el egreso de la maternidad, como máximo a 10 días del parto si no la recibieron durante el embarazo; los niños de entre 6 y 24 meses de edad inclusive; y las personas de entre 2 y 64 años, inclusive, con factores de riesgo como enfermedades cardíacas, respiratorias, renales crónicas, inmunodepresión, diabetes y obesidad, entre otras; y todas las personas mayores de 65 años,
