En las últimas horas de la noche de este martes ingresó un niño al hospital Justo José de Urquiza de Concepción del Uruguay. El mismo presentaba graves quemaduras en su cuerpo.
El pequeño, de solo un año y medio, al parecer, se quemó con agua caliente.
El hecho se registró en un domicilio del barrio La Higuera, en inmediaciones de calles Reibel y 12 del Norte, de La Histórica.
El menor, según relatos de su madre de 24 años, habría tropezado con un balde lleno de agua caliente, que ella había preparado para bañarlo, ya que no funcionaba el calefón.
El niño fue llevado al nosocomio con un 22 por ciento de su cuerpo quemado con lesiones de Grado A y B, por lo que se dispuso que sea derivado al hospital San Roque de Paraná.
Intervino la fiscal de turno, doctora María Occhi, quedando las actuaciones en manos de la Comisaría Primera.
Sobre las quemaduras
La distinción de los tipos de quemaduras es importante por su semiología local, evolución y secuelas, las de tipo A son dolorosas, epidermizan y dejan secuela estética mínima; las de tipo B prácticamente no duelen, requieren injerto y dejan secuelas estéticas importantes y funcionales dependiendo de su ubicación, en ocasiones requieren amputaciones.
En las quemaduras AB o intermedias, dependerá su evolución según el grado de compromiso de los elementos de reparación de la piel y su tratamiento; la maceración e infección favorecen la profundización y la evolución será de una quemadura de tipo B; en cambio aquellas que no se maceran ni infectan evolucionarán como tipo A; depende también la localización y el grosor de la piel, así por ejemplo las quemaduras del dorso del tronco evolucionan con mayor frecuencia favorablemente siendo bien tratadas y evitando el apoyo.
La extensión de la quemadura es también un aspecto importante que hay que considerar y se determina en porcentaje de superficie corporal quemada.
La edad del paciente, en las edades extremas, en lactantes y ancianos las quemaduras tienen un carácter mas grave por sus repercusiones generales; así por ejemplo en un paciente mayor de 70 años una quemadura de 10% de superficie corporal puede ser crítica e incluso mortal.