Organizaciones ambientalistas, sociales y políticas consensuaron un documento en rechazo a los cambios a la denominada "Ley de Fitosanitarios" que, entre otras medidas, reduce de 3.000 a 500 metros la distancia de fumigaciones aéreas con ciertos químicos entre los que se encuentra el glifosato. El próximo lunes a las 19.30 se movilizarán para exigir a los diputados provinciales que no avalen con su voto el proyecto aprobado por el Senado que, advirtieron, “es regresivo de la actual protección legislativa del ambiente y la salud humana”.La preocupación de diversos sectores sobre los efectos de los agroquímicos en la salud humana y el medioambiente comenzó a acentuarse a partir de la seguidilla de muertes por leucemia ocurridas durante noviembre: Lucas de sólo dos años en Rosario del Tala, Antonella (ocho) en Gualeguaychú, Agustín (15) en Crespo y Yamila (18) en Basavilbaso. Bajo la consigna “Basta es basta”, cientos de personas y decenas de organizaciones marcharon a Casa de Gobierno para exigir una legislación que proteja la salud humana y del medioambiente y políticas que apunten a poner fin al actual modelo de producción agrícola, con alta dependencia de insecticidas y herbicidas.
Pero la inquietud no terminó ese día. A la sucesión de muertes, incremento de la cantidad de casos de cáncer, fumigaciones en proximidades de escuelas y poblaciones, se le sumó la aprobación, sobre tablas, sin debate en comisión, de una legislación más laxa que reduce las distancias para las fumigaciones aéreas y lleva de 3.000 a 500 metros la pulverización con fitosanitarios de las clases toxicológicas tres y cuatro, supo Aim.
La medida tomó a muchos por sorpresa y dio lugar a una urgente convocatoria a una asamblea ante la posibilidad de que la Cámara de Diputados tratara el proyecto esta semana y le diera sanción definitiva.
Aunque la Cámara Baja suspendió su sesión, el tratamiento del proyecto es cuestión de tiempo y quienes se oponen a la norma no bajaron la guardia. Por eso convocan a una concentración para el próximo lunes a las 19.30 en Santa Fe y Laprida, a metros de Casa de Gobierno, para exigir a los diputados que no aprueben la iniciativa del senador Mario Torres (FpV-Villaguay).
En el documento firmado hasta el momento por unas 30 organizaciones -aunque sigue sumando avales- expresaron su “total rechazo” al proyecto aprobado y “absoluto repudio al accionar de los senadores entrerrianos”, por haber votado el texto sobre tablas, sin debate en comisión y sin consulta a los diversos actores involucrados.
“El proyecto votado es regresivo de la actual protección legislativa del ambiente y la salud humana. Permite realizar fumigaciones sin restricciones en cercanías a áreas pobladas dentro de un radio de500 metros con productos de supuesta baja toxicidad, como el glifosato, declarado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como posible cancerígeno; mientras que otras investigaciones científicas determinaron que es causante, además de cáncer, de numerosas patologías, como malformaciones congénitas, mutaciones genéticas, abortos espontáneos, diversas afecciones respiratorias, alergias y numerosas enfermedades autoinmunes”, alertaron los firmantes del documento.
Asimismo, señalaron que este químico “degrada progresivamente el ambiente, contaminando el agua, el suelo, el aire y afectando la flora y la fauna”.
Además de calificar como “ilegítimo” el tratamiento del proyecto, denunciaron su “inconstitucionalidad” por considerarlo “violatorio de los derechos humanos a la salud y a vivir en un ambiente sano y equilibrado”, establecidos en las constituciones nacional y provincial y en diversos pactos y convenciones internacionales.
Otro de los puntos cuestionados es la exclusión del Consejo Provincial Fitosanitario “a la diversidad de actores sociales existentes en la ruralidad entrerriana”, dejando afuera “a los pequeños productores, a los productores familiares y campesinos -históricamente postergados y expulsados de nuestros campos-” y alertaron sobre la inexistencia “en el horizonte legislativo (de) la intención de promocionar otras formas de producción, como la agroecología o la agricultura orgánica, y encarar, de algún modo, una transición hacia agroecosistemas sustentables y sanos”.
En ese contexto bregaron por la no sanción del proyecto aprobado en el Senado y demandaron ser convocados “a un amplio debate sobre el tema para lograr una norma que proteja y priorice la vida en todas sus formas, libre de venenos y del lucro opresor de unos pocos”.