El juicio oral y público tuvo lugar los días 7 y 11 de noviembre, en el Salón de audiencias de la Sala Penal de Concepción del Uruguay, ante el Tribunal integrado por la Dra. María Evangelina Bruzzo, y los Dres. Mariano Sebastián Martínez y Fabián B. López Moras.

La caysa fue llevada adelante por el fiscal de Colón, doctor Alejandro Perroud, en la cual estuvo imputado Antonio German Morinico, de 31 años, quien fuera representado por la defensora oficial, doctora Alejandrina Herrero.

Tras el debate, este miércoles a las 8:30 hs. se dio lectura a la sentencia contra Antonio German Morinico, encontrándoselo finalmente responsable del delito de “Comercialización de estupefacientes en dosis fraccionadas directamente al consumidor”, condenándolo a la pena de 5 años de prisión efectiva, más el pago de una multa equivalente en pesos al valor de un formulario de inscripción de operadores en el Registro Nacional de Precursores Químicos” conforme al sistema de actualización automática previsto por la ley 27.302.

Además el Tribunal dispuso la destrucción del estupefaciente secuestrado, el decomiso del dinero y de un vehículo marca Chevrolet Corsa de propiedad del imputado.

El debate

En el Juicio la Fiscalía demostró que al menos desde el 26 de mayo de 2018 que se presentó el primer informe de la División Toxicología, hasta que se solicitó el allanamiento, que tuvo lugar el 22 de junio del mismo año, Morínico comercializó cocaína en dosis fraccionadas a distintos consumidores, realizándose tales actividades en el domicilio sito en la calle Gouchón al 1300 de la ciudad de Colón, Entre Ríos.

En oportunidad de realizarse medida de allanamiento y requisa domiciliaria se procedió al secuestro de 50 bochitas que contenían 26,7 gramos de cocaína; la suma 14.960 pesos; 2 equipos de telefonía celular móvil marca Samsung, elementos de fraccionamiento (recortes de nylon) y un automóvil marca Chevrolet Corsa II, de color gris.

En el juicio declararon tres funcionarios de la División Toxicología que participaron en la investigación y en las tareas de vigilancia y los dos testigos civiles que estuvieron presentes durante el allanamiento.

El acusado prestó declaración en el juicio, negando el hecho y aduciendo que el dinero secuestrado era de la jubilación de su abuela, que el celular que tenía en su bolsillo pertenecía a su primo, y que había prestado su vehículo a un amigo desconociendo que en su interior hubiera cocaína, aunque admitió haber hallado dos bolsita que guardó en su bolsillo.

Sus dichos fueron desacreditados plenamente ya que la pericia realizada al aparato celular que tenía en su bolsillo al momento del allanamiento (y que estaba asociado a su propia cuenta de correo electrónico) contenía mensajes y audios que demostraban que Morinico estaba comercializando estupefacientes.

El fiscal señaló que el pantalón del imputado era claramente el pantalón de un vendedor de drogas, ya que tenía dinero en los cuatro bolsillos, en dos de ellos tenía droga y en otro el celular.