Armenia y Francia instaron este jueves a Azerbaiyán a reabrir un estratégico corredor bloqueado en Nagorno Karabaj, territorio en disputa entre ambos países del Cáucaso, mientras que el gobierno azerbaiyano defendió el cierre como "legítimo".

El primer ministro armenio, Nikol Pashinian, y la ministra de Exteriores francesa, Catherine Colonna, se reunieron este jueves en el marco de una gira que realiza la funcionaria europea para mitigar la tensión entre ambas naciones vecinas.

Ambos "subrayaron la necesidad de cumplir inmediatamente la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la ONU y desbloquear el corredor de Lachin por parte de Azerbaiyán", señala el comunicado del Gobierno armenio.

Consideraron que las acciones unilaterales de Bakú, incluido la instalación de un puesto de control en el único paso que une Armenia y el territorio de Nagorno Karabaj son una "grave violación" de la declaración del 9 de noviembre de 2020, que puso fin a la segunda guerra en el Karabaj, y fueron consideradas "inadmisibles".

Sin embargo, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, declaró este jueves que la instalación de un puesto de control en la frontera entre su país y Armenia en el corredor de Lachín es "legítima" y representa "una expresión del derecho soberano" del Estado azerbaiyano.

"La instalación de un puesto de control en la frontera entre Azerbaiyán y Armenia en la entrada de la carretera entre Lachín y Jankendi (Berdzor y Stepanakert, para los armenios) es una expresión de la integridad territorial de nuestro país", dijo Aliyev que también se reunió con la ministra francesa.

El mandatario afirmó que Armenia "no retira sus tropas de los territorios de Azerbaiyán", en referencia a ciertas regiones de Nagorno Karabaj, así como, "abusando del corredor de Lachín, transportó armas y otros productos militares a Karabaj", consignó la agencia de noticias Sputnik.

El pasado 23 de abril, guardias de fronteras azerbaiyanos instalaron un puesto de control en el comienzo de la carretera entre Lachín y Jankendi.

Armenia protestó contra la instalación de ese puesto de control, acusando a Bakú de aplicar una política de limpieza étnica en Nagorno Karabaj, e instó a levantar el "bloqueo ilegítimo" y garantizar la retirada de las tropas de Azerbaiyán desde la zona de seguridad en el corredor de Lachín.

Armenia y Azerbaiyán libraron dos guerras por el control de Nagorno Karabaj desde que el enclave se separó de Azerbaiyán en 1991 y su mayoría armenia creó en ella un Estado separatista independiente sin reconocimiento internacional, llamado República de Artsaj.​

El último enfrentamiento de 2020 terminó con una victoria de Azerbaiyán, que recapturó la estratégica ciudad de Shusha en seis semanas de combates que culminaron con un armisticio mediado por Rusia.

Armenia debió ceder a Azerbaiyán el control de zonas que los separatistas armenios había ocupado alrededor del disputado enclave, salvo el corredor de Lachín, que atraviesa esos territorios viniendo de Armenia y que quedó bajo control de una fuerza de paz rusa.

Las escaramuzas entre soldados armenios, fuerzas de los separatistas y tropas de Azerbaiyán han continuado desde entonces, con algunos períodos de mayor violencia.

Ambas naciones mantuvieron diversos contactos en los últimos años para tratar de reemplazar el armisticio de 2020 por un tratado de paz, pero las conversaciones se toparon con obstáculos, como la violencia y la situación del corredor de Lachín.