COPA SUDAMERICANA

A pesar del planteo ofensivo y el aliento constante de los hinchas, Independiente luchó, le ganó a Liga Deportiva de Quito por 1 a 0 pero no le alcanzó y quedó eliminado de la Copa Sudamericana, en un encuentro válido por los octavos de final, disputado anoche en Avellaneda.
El único tanto del elenco local lo anotó el delantero Leonel Núñez a los 45 minutos del primer tiempo, tras un rebote en un defensor visitante.
Sin embargo, la victoria del campeón defensor por la mínima diferencia fue insuficiente porque el conjunto ecuatoriano se impuso por 2 a 0 en el encuentro de ida y se quedó con el pase a los cuartos de final.
Consciente de su necesidad imperiosa de ganar por más de dos goles de ventaja, el conjunto de Ramón salió con todo en los minutos iniciales a buscar un tanto temprano. Julián Velázquez, muy adelantado por derecha, Matías Defederico y Leonel Núñez buscaron intempestivamente juntarse y crear peligro, y en ese tramo el arquero visitante Alexander Domínguez debió aparecer ante un tiro libre de Núñez y otro disparo de Patricio Rodríguez, mientras que un intento de Gabriel Milito desde afuera se fue apenas alto.
Sin embargo, los ímpetus iniciales se fueron desdibujando con el correr de los minutos y los de Edgardo Bauza empezaron a lograr su objetivo: controlar el desarrollo y ponerlo en el freezer. Crecieron Ulises De La Cruz, Neicer Reasco y Patricio Urrutia, mientras que Hernán Barcos merodeaba para capturar algún balón de peligro. Entonces sólo Fernando Godoy pudo coquetear con el gol con un remate cruzado y desviado hasta que, a los 45 y en un momento clave, Ezequiel González le dejó un rechazo de cabeza en los pies a Núñez para que este definiera antes de pisar la medialuna, la pelota se desviara en un defensor y entrara a la izquierda del arquero. En el complemento, Independiente se propuso seguir intentando, aunque esta vez no tuvo efectividad.
El local siguió hasta el final con más ganas que fútbol, los ingresos de Osmar Ferreyra, Brian Nieva y Gino Clara no le bastaron para torcer el rumbo y, en el sprint final en el que buscaba el gol agónico, Godoy vio una segunda amarilla que no influyó en la historia. Es que este cuento parecía tener el final destinado desde Quito. Independiente no pudo escribirse otro a fuerza de voluntad y, esta vez, se quedó en el camino.