PARANÁ
ENCUENTRAN ARMAS Y CHALECOS EN DISTINTOS PROCEDIMIENTOS.
El robo de una moto derivó en una persecución policial que terminó con el hallazgo de un aguantadero de motopartes y de tres chalecos antibalas que serían usados para brindar la seguridad en el traslado de los cargamentos de droga a ese sector de la capital entrerriana.
Todo se inició cerca del mediodía con la denuncia del robo de una moto que derivó en que personal de la comisaría 12ª visualizara a un conocido delincuente del barrio Hijos de María trasladándose en una motocicleta de similares características a la notificada como sustraída. El móvil policial inició la persecución que llegó hasta calle 8 de Octubre, y allí el malviviente y la moto desaparecieron.
Se inició un rastrillaje que llegó hasta las inmediaciones de la vivienda del sospechoso. En un cañaveral, se ubicaron varias partes de motos y una bolsa con tres chalecos antibalas.
El material de uso exclusivo de las fuerzas de seguridad pertenecía uno a la policía de la provincia de Córdoba, en tanto que los dos restantes no tenían una inscripción visible, pero sí la numeración que permitirá establecer de dónde fue robado.
El sospechoso del robo de la moto y de integrar una banda dedicada a la venta de estupefacientes en gran escala en Paraná, sería lugarteniente de una persona que hace poco tiempo salió de la cárcel y que siempre se lo vinculó con el mundo narco.
Para los investigadores, los chalecos habría estado escondidos en la casa del acusado del robo de la moto y de formar parte de la organización delictiva dedicada a ingresar droga a la ciudad. Se cree que al verse rodeado atinó a tirar la bolsa con chalecos en el cañaveral aledaño y de esa manera, no comprometer su situación.
Así y todo hay tareas investigativas autorizadas por la Justicia que lo ligan directamente con la sustracción de motocicletas y su relación con el conocido organizador de la banda narco que controla una parte del negocio de la droga en Paraná.
En la hipótesis de los investigadores de la Policía de Paraná, el vecino de calle 8 de Octubre, coordinaría la llegada de los cargamentos de droga a la capital entrerriana y para asegurar el traslado es que se usarían los chalecos antibalas. Además, en esa zona del barrio Municipal e Hijos de María, se supo que desde hace un tiempo existe “bien escondido” un FAL que formaría parte del arsenal que usa la banda narco.
Pese a los operativos y allanamientos ordenados por la Justicia Federal, en la casa de este sospechoso como también en al considerado responsable de la banda, no se ubicaron rastros de estupefacientes.