River-Boca
Superclásico caliente.
En este bendito mundo de la pelota, no debe existir mayor disparador de sorpresas que el fútbol argentino. ¿Quién hubiera imaginado que uno de los protagonistas del Superclásico podría blanquear su intención de no enfrentar a su rival número uno en el partido más importante del país? A esa posibilidad utópica la hizo realidad otra situación inédita: el descenso de River a la B Nacional. Y justo es River el que no quiere jugar contra un Boca decidido a salir a la cancha el 24 de enero en Resistencia y el 29 en Mendoza.
Matías Almeyda ayer hasta se animó a pronosticar “un desastre” . No importan las formas de los discursos ni las entradas ya vendidas para el Súperchaqueño en 120 pesos las generales y entre 600 y 700 las plateas. El técnico, en la misma línea de Daniel Passarella, exhibe como argumento a la seguridad. Temen en River que se produzcan incidentes. ¿O pretenden escaparles a las cargadas que serán históricas porque nunca Boca y River habían estado en categorías distintas? Almeyda, en ESPN , aceptó: “Jugar un clásico es lo más lindo, pero no es el momento. Es un peligro. Ojalá no pase nada. No están dadas las circunstancias. River está en la B Nacional y Boca es el campeón de la A. ¿El hincha de River se va a bancar las cargadas? ¿Nosotros en el hotel nos vamos a bancar eso? Va a ser un desastre”. Hay otra razón, ¿o excusa? : “El segundo clásico es el 29 y el 4 arrancamos nuestro campeonato. Yo no voy a poner el mejor equipo en Mendoza. Si se me lesiona algún jugador después qué hago”.
En el otro banco, la contracara . “No hay nada más lindo que el Superclásico. Es espectacular. No entiendo a quienes querían suspenderlo y por qué no se jugó en Mar del Plata, que siempre fue el mejor lugar para disputarlo. Pero no nos metemos, es una decisión dirigencial y de Seguridad”, le dijo Julio Falcioni a los medios de prensa..