TORNEO ARGENTINO A.
GIMNASIA EMPATO CON CIPOLLETI.
Gimnasia de Concepción empató 1 a 1 ante Cipolletti en el Núñez por la segunda fecha de la Zona Reválida del Tornero Argentino A. Los goles fueron de Negri para la visita en el primer tiempo, empatando Lovera para el Lobo cuando promediaba la segunda etapa. Regular arbitraje de Eliseo Acosta. Ahora, visitará el sábado a Huracán de Tres Arroyos.
Nacido para sufrir. Así anda el Lobo por este tramo del Argentino A, jugándose la permanencia, buscando permanecer en la categoría. Anoche no pudo con Cipolletti en un partido duro. Duro porque lo peleó más que jugarlo a pesar de las buenas intenciones de salida prolija desde el fondo, de intentar por abajo, de buscar un poco de fútbol. Pero enfrente tuvo un equipo también con buenas intenciones, que lo complicó, le ganó en la mayor parte del juego, toqueteándole la pelota en varios pasajes.
En Gimnasia aparecía poco Padilla, su faro de luz, el que puede iluminar el juego. Pero anoche su luz estaba intermitente, empecinado más en tener la pelota, en jugarla para si que pensar en sus compañeros. Cuando lo hizo, Padilla generó peligro en el arco de Avila.
Cippo se hizo fuerte a partir del buieno juego de López Carillo e Ibáñez, los dos volantes que cortaron, el primero, y generaron fútbol, el segundo. Luego del anuncio del Lobo en el primer minuto, cuando Besel definió contra el palo más lejano pero se le fue por poco, el visitante comenzó a generar más juego y peligro. Y así llegó el primero. Presión a Aquino en la salida del Lobo, Ibáñez la abre para la entrada en solitario de Negri y el remate del carrilero que se desvía en Zabaleta para terminar en el fondo del arco de Kloster, descolocado por el roce en su defensor. Los neuquinos ganaban a los 27 y le instalaban la responsabilidad y los nervios al Lobo, que se fue derrotado en esa primera parte. Tuvo una gran chance cuando Padilla se encendió, armó un jugadón con Besel, que el goleador de Galarza cabeceó apenas desviado.
En el regreso al juego luego del descanso, cuando todos esperaban que los de Bravi se lo llevaran puestos a los de Rogger Morales, sed encontraron con la sorpresa. Porque Cippo le ganó el campo, pasó a jugar más cerca de los dominios de Kloster y los nervios crecieron. A esto se sumaba el andar errante de Padilla y el poco juego para abastecer al solitario e incansable Besel. Todo era cuesta arriba. Hasta que Bravi movió el banco y mandó a la cancha el cambio que el partido pedía a gritos. Adentro Juan Ferryera, para que abra la cancha, para que cambie de ritmo, para llegar al fondo. Y lo hizo. Fue siempre y ganó. Es cierto que terminó muchas mal. Pero su ingreso, sus piques fueron la inyección que necesitaba el equipo, el sopapo para despertar al resto. Gaqnó no menos de cinco tiros de esquina. Y de uno de ellos llegó el empate. Padilla que le da al primer palo. Lovera que sorprenda cabeceando solo, rebote en Figueroa que le queda otra vez a Lovera, para que el veterano delantero reviente la red. Con rabia, con bronca, para el empate y el desahogo.
A partir de ahí, desde los 72 minutos del empate hasta el final, el resultado fue incierto. Porque Gimnasia iba con todo y Cippo respondía rápido de contra, aprovechando huecos y lentitud en el fondo del Lobo. Pero ya nada movería la igualdad. Parda que festejó Cipolletti ante un Lobo que no pudo doblegarlo. Dejó tres puntos en su cancha que pueden llegar a dolerle mucho en el final de este mini torneo.