PARANÁ
Condenaron a un gendarme por pedir coima en una ruta
“Podríamos arreglar de alguna manera”, fue la frase de un gendarme en un evidente pedido ilegal de dinero al parar a un vehículo en el puente Victoria-Rosario. La falta de alguna documentación o una maniobra peligrosa sirvió al agente Fleitas para detener una camioneta y exigirle plata al conductor Viedma a cambio de no retenerle el vehículo.
Unos 150 pesos significaron el final de su carrera dentro de la Gendarmería Nacional, y por este delito ayer fue condenado con un año de prisión condicional.
El 13 de febrero de 2009, Viedma conducía desde Rosario hacia Victoria la Renault Rodeo de una empresa de transporte. En la cabecera del puente del lado de las Siete Colinas, un agente de la Gendarmería Nacional le hizo señas, detuvo su marcha y le pidió la documentación. Por alguna irregularidad constatada, el gendarme Fleitas le dijo al conductor que debía retenerle el vehículo, a menos que le haga entrega de una suma de dinero. Viedma se comunicó por teléfono con su jefe, de apellido Mazola, quien dialogó también con el agente, y acordaron la entrega de aproximadamente 150 pesos, para poder continuar el viaje, y le haría entrega de otra parte de dinero a su regreso hacia Rosario.
Luego del pago de la coima, Mazola llamó al peaje, y le contó lo sucedido un empleado, Federico Paniagua, para que desde allí hagan algo al respecto. Éste se comunicó a su vez con el sargento de Gendarmería Pérez, y al enterarse del episodio reunió a los agentes, con el fin de hallar al hombre que aparecía en una filmación de las cámaras de vigilancia colocadas en el puente, parando y controlando la camioneta. En ese momento, Fleitas se paró y reconoció que había sido él, pero negó haberle pedido una coima al conductor, y se ofreció a que lo revisen para ver si tenía el dinero consigo. De esta manera, se le inició un sumario administrativo contra el gendarme, quien al mismo tiempo fue imputado y procesado por el delito de Exacción ilegal, para luego ser echado de la fuerza.
Debates y condena
El juicio oral y público a Fleitas se desarrolló en el Tribunal Oral Federal de Paraná, donde hubo pedidos de condena y absolución para el imputado.
En primer lugar, el representante del Ministerio Público Fiscal, José Ignacio Candioti, afirmó que quedó probado que Fleitas hizo detener sin razón alguna la camioneta y le exigió la entrega de dinero. Basándose en las testimoniales del conductor del vehículo, su jefe y el sargento de la Gendarmería, aseguró que la versión que dio el imputado (que el vehículo estaba realizando maniobras irregulares) no hay forma de corroborarla, por lo que tal detención fue arbitraria.
Además, agregó el fiscal, ese día estaba la orden de no hacer controles vehiculares en el puente; y de haber existido tal medida, no se tendría que haber hecho con un solo gendarme, ya que se requieren por lo menos cuatro. “Fleitas actuó solo, porque era la manera de realizar esa exigencia indebida de dinero”, remarcó, por lo que solicitó que el hombre sea condenado a dos años de prisión condicional.
Además, Candioti destacó en su alegato el papel que cumplieron todos los que intervinieron en el hecho, desde Viedma, que llamó a su jefe; Mazola, que advirtió al peaje; Paniagua, que alertó al sargento Pérez, y este que no apañó ni protegió al gendarme, sino que promovió su separación y la investigación del delito. Una cadena de buenas conductas para exponer ante la Justicia estas prácticas ilegales.
A su turno, el defensor oficial subrogante, Ivan Gueler, afirmó que “no existen pruebas ciertas de la exigencia de dinero”, que le realizara Fleitas al conductor, y aseguró que su defendido “obró correctamente y de acuerdo a su función” que le asignaron en el puesto de control, que era la de brindar seguridad vial, por el convenio entre Gendarmería Nacional y la empresa del peaje, además de otras tareas como el pesaje de camiones.
Luego aseguró que Fleitas estaba solo en el lugar por orden de un superior, y al advertir las malas maniobras del vehículo lo paró y le pidió la documentación, procedimiento que no tenía la obligación de dejarlo asentado en ningún acta. “La conducta de Fleitas no solo fue correcta, sino que todo su descargo fue corroborado en la audiencia. Lo único que hay en su contra es el testimonio de Viedma”, afirmó Gueler, por lo cual no basta para condenar al ex agente.
Finalmente, el defensor reclamó la absolución de Fleitas por falta de pruebas, y de manera subsidiaria la mínima pena que contempla el Código Penal para este delito.
El Tribunal, integrado por Noemí Berros -presidente-, Lilia Carnero y Roberto López Arango, condenó a Fleitas a un año de prisión de ejecución condicional, y el mismo tiempo de inhabilitación especial.