GUALEGUAYCHÚ
Realizaron una compleja operación a un joven accidentado
En el hospital Centenario, días pasados, el doctor Román Seva, cirujano de cabeza y cuello, practicó una compleja operación al joven Alejandro Pérez, de 21 años, quien sufrió graves heridas en un accidente ocurrido a fines de febrero en ruta provincial 16.
Al nosocomio llegó con un traumatismo a nivel cráneo encefálico con pérdida de conocimiento. “Necesitaba respiración asistida por los múltiples golpes en el sector facial, además del ojo derecho que terminó fuera de su órbita habitual”, relató el médico.
Ante esa situación “había que esperar y tratar de salvarle la vida. Por suerte, Alejandro fue saliendo solo por lo que, después, no fue necesario que se mantuviera la respiración asistida. Sí la alimentación por sonda por la fractura de mandíbula y la lengua desplazada hacia atrás”.
Lograda la reserva energética del joven “efectué una extensa operación en el hospital, desde las 8,30 hasta las 17,30, acompañado por el anestesista Ariel Carrazza”.
“Lo primero que hicimos fue exponer cada una de las fracturas que tiene a nivel del macizo facial. Se le practicó una incisión que va de oreja a oreja por arriba como para bajar todo el telón y dejar el hueso peladito”, agregó.
La otra incisión fue adentro de la boca, entre el labio superior y los dientes. “El caso más complejo lo tuve en el sector de la mandíbula porque no solamente estaba quebrada, sino que se había levantado hacia arriba y pegado contra el paladar. Se trabajó para desimpactarlo, rotarlo, y así hacer encajar con otra porción de hueso”, consignó.
“Eso me llevó casi una hora y monedita. Una vez que exponés todas las fracturas entonces recién ahí estás en condiciones de poder hacer morder. Se lo abrió de todos lados para exponer cada uno de los huesos del cráneo”.
Otra fisonomía
Alejandro Pérez saldrá del nosocomio con una fisonomía diferente, “no tanto por la proyección del mentón que seguirá igual. Habrá cambios sutiles dado que los músculos alrededor del rostro están casi atrofiados por no haberlos usado durante más de dos meses”.
Fuera de eso todo lo que es la forma facial, “la misma está restablecida”.
Seva le practicó a Pérez una reducción y ostisíntesis. “Reducción es volver el hueso a la función normal y ostisíntesis significa que a fuerza o a costa de poner un tornillo y placa, al hueso lo ponés en estado normal y fijo. De lo contrario tiene tendencia a volver a la posición en que estaba”.
El profesional aclaró que “el chico tiene todas las de salir, sino hay una infección que es el gran miedo que todos tenemos, su evolución será positiva, estamos a varios días de la operación y responde a las curaciones. No anda todo lo rápido que uno quiere por ese mes y medio que estuvo en terapia intensiva por el cual la alimentación no fue del todo completa. Pero lo primero era salvarle la vida”.