FOTOMULTAS.
MALESTAR EN RUTA 18.
Desde que existen las fotomultas y controles de este tipo en las rutas de la provincia, hubo polémicas. En esta oportunidad, durante varios días se instaló, a la altura de la entrada a Aldea San Antonio, uno de los equipos móviles de Prevención y Seguridad Vial de la Policía de Entre Ríos que cuentan con los equipos e instrumentos correspondientes para realizarlas. Ubicado en la ruta nacional Nº 18 entre Paraná y Viale, generó quejas en los vecinos de la zona.
En la provincia hay detectados cruces de rutas y tramos que son más peligrosos que otros, sobre todo por las estadísticas de accidentes, muchos de ellos fatales, que ocurrieron en ellos.
Según se explicó, en esas zonas peligrosas se instalan estos controles móviles a fin de “lograr que se reduzca la velocidad” con la que se circula.
Son cinco en total los equipos con los que cuenta la Policía que le permite ubicarlos y direccionarlos hacia las zonas donde se registran mayores problemas: vías de acceso a localidades, cruces de rutas y tramos con más accidentes.
La queja de los vecinos, en esta oportunidad, tuvo su origen en que el equipo del control móvil se instaló muy cerca del cartel que señala “máxima 60”, a la altura de la entrada de Aldea San Antonio.
De esta forma, el conductor no alcanzaba, por la distancia, a reducir la velocidad del vehículo y eran en el intento, captados por el radar.
La situación, además, obligaba a “clavar” los frenos para poder reducir la velocidad.
Tolerancia
Ante el malestar que generó en los vecinos de Aldea San Antonio y de Viale la instalación del control y del radar, consultó con el comisario Gustavo Maslein, jefe de Prevención y Seguridad Vial de la Policía de Entre Ríos quien señaló que si bien son lugares donde está estipulado que se viaje a 60 kilómetros por hora, “damos una tolerancia de paso a 90”, señaló.
Además dijo que en donde no está señalizado con cartelería se da la tolerancia de 110 o 115 kilómetros por hora.
También agregó con respecto al puesto en Aldea San Antonio que es rotativo y que “no va a quedar fijo en el lugar”.
Cada vez que se toma una multa por exceso de velocidad, el funcionario policial lo tiene que remitir a la localidad más cercana posterior al puesto. En este caso, a Viale.
Sin embargó, Maslein aclaró: “Solo la policía de Entre Ríos tiene la potestad de tránsito en las rutas provinciales y nacionales”. En este sentido, la Policía de Viale luego debía remitir las actas a Prevención y Seguridad Vial de la provincia.
Puestos rotativos
En total, en Entre Ríos hay cinco puestos rotativos equipados con el radar y los mismos se cambian cada dos o tres días.
Los ubicamos en lo lugares donde hubo accidentes como en la ruta 11 cerca de Valle María y Aldea Brasilera. También en la entrada a Nogoyá o en el cruce de las rutas en Ceibas y otros”, dijo Maslein.
El valor de una multa por exceso de velocidad se mide en unidades de nafta. Hoy ronda los 600 pesos.
En definitiva, según las explicación de Maslein, en la ruta 18 no hacía falta “clavar” los frenos de golpe a la altura de la instalación del puesto en Aldea San Antonio y cruzar frente al radar a 90 kilómetros por hora no debía generar una multa.
En definitiva, las quejas y el malestar de los vecinos de Viale y de la zona se suman a la larga historia que tiene la polémica por las fotomultas en las rutas entrerrianas.
Una polémica con historia que atraviesa toda la provincia
La polémica por las fotomultas tiene su historia en entre Ríos y se arrastra desde hace años.
En Nogoyá por ejemplo, el municipio debió desmentir en junio de este año que su Concejo Deliberante haya tratado y aprobado una ordenanza que reglamentaba un convenio con una empresa proveedora de la tecnología para la instrumentación de este sistema en el casco urbano.
Otros de los casos resonantes en la historia de la polémica, llegó a su fin en abril, cuando se declaró nulo un juicio que se inició al exintendente de Valle María, Luciano Asselborn.
En su momento, se lo había acusado de no acatar el fallo del Superior Tribunal de Justicia (STJ) que prohibía el cobro de fotomultas por parte de los municipios.
Mucho más atrás en el tiempo, por nombrar otro caso, durante 2010, desde la Asociación Hoteleros y Gastronómicos de Concordia calificaron que este tipo de controles solo tenían fines recaudatorios.
Desde esa asociación, se realizaron incluso acciones legales en aquella época, a raíz de las sumas de quejas de los turistas que llegaban a la provincia o que utilizaban las rutas para dirigirse a otros destinos del país.
El fallo
El 18 abril de 2002, el Superior Tribunal de Justicia dictaminó que “no está librado a la potestad comunal ampliar su competencia invadiendo la de la Nación o provincia bajo la cosmética de la autonomía, ya que ello traería aparejado una caótica situación”.
En este sentido, solo la Policía de Entre Ríos es la que tiene las facultades para realizarlas.
Además, el fallo de ese año definió al sistema de fotomultas municipales como “solo un velo para esconder la finalidad meramente recaudatoria con el objeto de obtener ingresos”.