SELECCION ARGENTINA.
POBRE EMPATE ANTE ARABIA SAUDITA.
Aunque tuvo el control de la pelota, el rendimiento del equipo nacional en primer tiempo fue muy bajo. En ningún momento logró afirmarse en la mitad de la cancha y le faltó eficacia y velocidad en los últimos metros.
Tino Costa, uno de los jugadores que probó Sabella en el amistoso, estuvo demasiado desprolijo en el primer pase y, ni Di María por izquierda, ni Salvio por derecha lograron vulnerar a la defensa rival. El equipo tuvo poco criterio para atacar y apostó, demasiado, por pelotazos largos y centros desde muy lejos.
La única clara de la primera parte para la Albiceleste la tuvo Messi a los 12 minutos. La Pulga se juntó bien con Agüero, tiró una doble pared y probó con un débil remate cruzado que controló fácil el arquero Abdullah.
Por su parte, el equipo conducido por Rijkaard aprovechó los espacios que dejó la Argentina en el medio y, de la mano de Al-Jassim, complicó al arco de Romero: a los 18 el volante arrancó en velocidad, superó la marca y no pudo definir ante el achique del arquero.
En el arranque del complemento el partido no cambió en casi nada. Los argentinos continuaron llevando adelante un juego demasiado lento y poco preciso. Los volantes nunca supieron cómo romper las líneas y Agüero estuvo sorpresivamente ausente.
Sabella intentó cambiar la fórmula y puso en cancha a Franco Di Santo en lugar de Eduardo Salvio. El jugador del Wigan se ubicó entre los centrales de Arabia y, aunque mostró buenas aptitudes para jugar de espalda, no logró generar jugadas de peligro.
Con el correr de los minutos, el equipo nacional se afirmó en defensa, pero siguió siendo demasiado predecible en ataque. El único capaz de cambiar el ritmo, en pocas ocasiones, fue Messi. A los 25 Agüero arrancó por la derecha, remató y Di Santo, presionado por la defensa, no logró empujarla.
En el final, Argentina fue en busca del triunfo y estuvo cerca de lograrlo de la mano de un remate del Kun que pasó rozando el palo izquierdo. Así, se cerró un partido que dejó mucho que desear.