CONCORDIA.
HOMBRE MURIO ACRIBILLADO A BALAZOS.
Un nuevo hecho de sangre tuvo lugar en la ciudad de Concordia ayer por la madrugada, cuando un hombre murió acribillado a balazos por un sujeto hasta ahora no identificado. En la investigación dudan de la declaración realizada por la pareja de la víctima, y se esperan novedades de las pericias para las próximas horas.
El homicidio tuvo lugar en la zona de Sara Neira y avenida Tavella, donde quedó tendido el cuerpo de Javier Orlando Vega, quien fue trasladado al Hospital Masvernt con las graves heridas, pero no pudo ser salvado por el personal médico.
El hasta ahora único testigo presencial del hecho es el cuñado de la víctima, quien escuchó los disparos y cuando salió de su casa vio a Vega tirado en el asfalto, y a un sujeto en moto que escapaba del lugar, con el casco puesto, lo que impidió su identificación.
Los investigadores sospechan que el crimen pudo haber estado motivado por un episodio ocurrido en la noche del miércoles, donde la víctima, conocida con el apodo de Caco, discutió con un hombre que tuvo un altercado con su pareja, Estela Espíndola.
Según se informó desde la Policía, Vega obligaba a la mujer a ejercer la prostitución en la vía pública, y en esa circunstancia, en la esquina de Eva Perón y Nogueira, alrededor de las 22.30 del miércoles, se acercó el desconocido y comenzó a discutir con Espíndola. Según la declaración de la mujer, el hombre le quiso robar el celular, y ella se negó. Como el sujeto insistía, Espíndola llamó por teléfono a Vega para alertarlo de lo que sucedía. Minutos después, el hombre llegó al lugar, se encontró con el supuesto ladrón, y comenzaron a pelearse con golpes de puño. Finalmente el tercero en cuestión se retiró golpeado, pero amenazando con regresar para cobrarse venganza y matarlo.
Vega y Espíndola regresaron a su vivienda, ubicada en calle Mario Gatto al 200. En un momento de la madrugada de ayer, alrededor de la 1.30, el hombre decidió ir hacia la casa del cuñado. Se subió a su moto y partió, pero en el camino se encontró con el asesino, quien lo interceptó, le disparó a quemarropa y acabó con su vida.
La declaración de Espíndola llenó de dudas a los investigadores. Entre otras preguntas sin responder, llamó la atención que el sujeto que intentó robarle el celular se haya quedado en el lugar, luego de que ella llamara a su pareja, a esperar a que Vega llegara para defenderla. Además, no aportó datos para identificar al hombre con quien peleó esa noche, quien podría ser un sospechoso de haberse cobrado venganza y asesinar a la víctima un rato después.
También trascendió que la mujer y la víctima tenían una mala relación desde hacía un tiempo, partiendo del comercio sexual al que Espíndola era sometida por su pareja, quien obtenía un rédito económico. Por esto, más las dudas que dejó en la declaración, algunos creen que la mujer no dijo todo lo que sabe, ni colabora para encontrar al culpable,.
Entre otras medidas ordenadas por el fiscal de Concordia a cargo de la investigación, Mario Guerrero, se ordenó el secuestro de los teléfonos celulares de la víctima y de la mujer, para someterlos a peritaje, y observar si las comunicaciones incriminan a alguien u orientan hacia el asesino.
Además, desde la Policía se informó que la víctima tenia varias causas por robo calificado en la ciudad, y había sido detenido varias veces por estos hechos delictivos.