MEDIDAS PARA EVITAR LA REPITENCIA.
EN PRIMARIA SE PASA IGUAL AUNQUE NO ALCANZEN LOS OBJETIVOS.
Las autoridades del Consejo General de Ecuación (CGE) dieron forma definitiva a un programa de asistencia y acompañamiento de los alumnos de primaria, que procura minimizar la incidencia de los índices de repitencia en el primer escalón, el 1º grado. Para eso, conformaron una unidad educativa entre 1º y 2º grados, con evaluación recién al finalizar el último año, trabajo que se extenderá en el resto de los grados. Aunque también garantizará el pasaje desde el nivel primario a la escuela secundaria. En los ejes de ese plan, aseguran que no sólo se trata sólo de mantener al chico adentro del aula, sino que también se obtengan buenos rendimientos escolares. “Será necesario, entonces, velar por el tránsito apropiado por los tramos obligatorios del sistema lo que implicará atender –de modo general y también individualizado– la enseñanza, el aprendizaje, la secuenciación de contenidos, la acción interinstitucional, el abandono, la repitencia, la sobreedad, las estrategias de acompañamiento y las definiciones de las competencias y adquisiciones necesarias para cada nivel y cada ciclo”, se definió en el plan que ya se empezó a aplicar en un puñado de escuelas de la provincia.
Desde Educación, aseguran, que quieren ir “por más”, y ese ir por más parte de considerar a la educación “como un bien personal y social”, y a partir de eso, “continuar reduciendo la brecha de desigualdad existente a través de políticas de inclusión”. Y agregan: “Los resultados obtenidos son alentadores. Hoy es diferente la situación tanto de las escuelas como en la cotidianeidad de cada uno de los niños y niñas que hacen su tránsito por el sistema educativo, tanto en las condiciones materiales como en las condiciones simbólicas. Pero no basta con lo realizado”, se indicó.
“Es necesario, dicho en términos simples, ir por más. Garantizar el derecho a la educación no se limita a brindar el servicio, posibilitar el acceso de todos y apuntalar la permanencia y el egreso con estrategias de inclusión. Para ir por más se torna indispensable integrar esas políticas de inclusión con políticas pedagógicas. Esto significa plantear acciones y estrategias que garanticen resultados equivalentes, en términos de aprendizaje, para todos los niños, niñas, jóvenes y adolescentes, independientemente de su condición social. Es necesario garantizar la calidad de las adquisiciones en todo el tránsito por la escolaridad obligatoria para todos los alumnos (y no sólo para la mayoría)”, puntualizaron.
Las líneas fundamentales de ese plan de reducción de la repitencia en la escuela primaria están contenidas en el Programa Integral de Trayectorias Escolares, que el CGE empezó a poner en práctica este año, contenido en la resolución Nº 1550, del 16 de mayo último, y publicado el 12 del actual en el Boletín Oficial.
Se habla, al respecto, de una política de igualdad de “segunda generación” en las escuelas. Primero, hubo que establecer condiciones para que todos los chicos pudieran estar adentro de la escuela –edificios, becas, Asignación Universal por Hijo, programas de inclusión–, pero ahora “las políticas de igualdad que deben implementarse son cualitativamente distintas”, se subrayó en el texto del plan aprobado por Educación.
“Aunque queden situaciones pendientes, las condiciones para la enseñanza son muy distintas a las del año 2004. Y entonces es indispensable avanzar; ahora es tiempo de pensar e implementar políticas de igualdad de segunda generación. Siendo la educación un derecho personal y un bien social, no basta con que el alumno esté dentro del sistema. Es necesario que aprenda lo que debe aprender en el marco de una política curricular y que se vele por la trayectoria escolar de cada alumno”, indicó el plan.
Y para eso, las autoridades educativas se proponen atender especialmente a todos los alumnos “no encauzados”, así les llaman a los repitientes, los que abandonaron o los que están con sobreedad. Pero este año esas acciones no se aplicarán sobre todo el sistema sino sobre un número reducido de escuelas, e incluirá un plan de capacitación a docentes y directivos.
La idea de Educación es que se deben producir y generar “condiciones que les permitan a los niños, niñas y adolescentes, ingresar, permanecer y concluir su trayecto educativo con éxito”. Y para conseguir ese cometido, subrayan, “deben fortalecerse propuestas educativas que aseguren mejores experiencias de enseñanza y de aprendizaje”. O sea, deben modificarse las prácticas docentes.
En esa idea de “construir una escuela para esta época” resulta importante “superar prácticas y saberes que esperan lo mismo, de la misma manera y al mismo tiempo de todos los estudiantes” pues son propias de formas rígidas, propias del modelo homogeneizador. Habrá que analizar los modos de comprender los procesos de adquisición de aprendizajes, pero será fundamental el desarrollo de políticas de enseñanza, pues desde ellas se podrá intervenir de manera relevante”.
La trayectoria teórica de los alumnos señala que los niños ingresan con 5 años al jardín, que aprueban los seis años de la secundaria y los siete de la secundaria, y que egresan con 17 a 18 años. “Sin embargo, sabemos que las trayectorias reales de muchos niños, niñas, jóvenes y adolescentes, no se ajustan a ese estándar y configuran trayectorias no encauzadas por diferentes razones: repitencia, sobreedad, abandono temporario, ausentismo”, dijeron desde el CGE.
Para eso, Educación propuso aunar 1º y 2º grados. Así, aseguran, se evitará “discontinuar innecesariamente la trayectoria temprana de muchos alumnos”. Al conformar una unidad pedagógica con 1º y 2º, no habrá promoción intermedia, “a efectos de garantizar adquisiciones en términos de aprendizaje en una estrategia más respetuosa de los tiempos de aprendizaje de los alumnos y pedagógicamente más pertinente para la evaluación de los mismos. La repitencia, sobre todo en 1º grado, es anticipatoria de fracaso escolar con claras consecuencias en la biografía de cada alumno”, se ha analizado.
Pero además, ese modelo debe replicarse hacia todo el trayecto de la primaria, fortaleciendo la enseñanza en áreas clave, como alfabetización inicial, Matemática, Ciencias, y así evitar la repitencia, “entendida como único mecanismo para completar las adquisiciones pendientes para un alumno. Se propone, entonces, implementar, a partir de 3º grado, estrategias de promoción acompañada, entendiendo por ello la promoción del alumno al grado subsiguiente siempre que en ese ciclo nuevo logre y acredite los aprendizajes no logrados oportunamente”.
Y para eso Educación propone la puesta en práctica de “un régimen de promoción acompañada, desde el 2º grado de la escuela primaria. Se entiende la promoción acompañada a aquella que permite promocionar a un estudiante de un grado al subsiguiente, con vistas a que, en el transcurso del mismo, logre y acredite los aprendizajes aún no logrados del grado anterior. Esta decisión supone instrumentar propuestas de acompañamiento específico tales como: extensión de la jornada escolar, atención desde los programas específicos de repitencia y sobreedad, y elaboración de Trayectorias Escolares diferentes para cada particularidad”.
Cómo se aplica
La titular de Educación, Graciela Bar, explicó que el programa de promoción acompañada se aplica, por ahora, en un puñado de escuelas con características peculiares, como las Nina, las de jornada extendida y las que aplican planes de asistencia a los alumnos.
“El conjunto de docentes de esas escuelas han recibido capacitación previa respecto de lo que es la promoción acompañada para evitar la repitencia. Esto se hace en primero y segundo grados. Si un grupo de alumnos de primero no alcanza los objetivos, están en condiciones igual de pasar al 2º grado”, señaló.
Pero, aclaró, todavía no se ha generalizado. “Queremos ir acompañando voluntariamente a aquellas que han sido seleccionadas. Ese conjunto de escuelas son las que van a ser atendidas especialmente con mayor monitoreo sobre lo que es el acompañamiento en el estudio”, explicó. Al respecto, dijo que “el acompañamiento no está focalizado sólo en 1º y 2º. Nosotros hacemos el acompañamiento también al secundario, con una articulación entre 6º y primer año”. Y sostuvo que es un proceso que se inicia este año pero que deberá ir ampliándose a todo el sistema en los próximos años. “Este proceso de sostener al chico en el sistema está vinculado a la inclusión, pero acompañado con capacitación al docente sobre cómo evaluar al alumno, de qué modo enseñar los contenidos disciplinares. No se pretende incluir a costa de no saber, sino incluir para aprender mejor”, aseveró.