QUEJAS POR MALOS OLORES DE LA PASTERA.
LA FORMULARON EMPLEADOS DE ADUANA.
En el área de Control Integrado de la Aduana Argentina, ubicada en el puente internacional General San Martín se viene denunciando de manera formal desde hace varios meses que el personal siente “fuertes olores insoportables” e incluso muchos de ellos han padecido irritaciones en la garganta y afectaciones a la vista. En el Libro de Novedades del personal aduanero que presta servicio en el puente internacional –vecino a la pastera UPM (ex Botnia)- quedó formalmente constatado el permanente padecimiento por los “olores similar al azufre” e incluso el malestar físico de su personal. Tan sólo a manera de ejemplo –de la voluminosa documentación aduanera- se ha certificado en el Libro de Novedades que el 23 de octubre del año pasado, exactamente a las 19 “existe un intenso olor similar al azufre”.
Y el 30 de octubre del año pasado, a la 1, se dejó constancia “de olores en el ambiente muy fuertes provocando molestias a los integrantes del turno en garganta y fosas nasales”. En este registro también se puso de manifiesto que los agentes aduaneros intentaron comunicarse con emergencia ambiental de la Municipalidad de Gualeguaychú pero no lograron hablar con nadie.
Otro registro da cuenta que a las 00:35 del 14 de julio de 2013 “comienza a sentirse un fuerte olor desagradable”, que torna casi imposible desarrollar las tareas.
En el Libro de Novedades también se registra que a las 19 del 14 de septiembre de 2013, quien se hace cargo del área de Control Integrado denuncia “que se percibe un olor penetrante y fuerte que proviene de la fábrica UPM, provocando a los agentes dolor de cabeza, irritación en la garganta y en los ojos”.
En el folio 243 del Libro de Novedades también se denunció el 18 de septiembre pasado y en dos oportunidades una situación similar. En la primera se sostiene que “desde el inicio del turno tarde se ha percibido un fuerte olor desagradable en todo el centro de frontera proveniente de la pastera UPM, provocando dolor de cabeza e irritación en los ojos a los agentes presentes”. El segundo parte, denuncia que a las 19 de ese 18 de septiembre “continúa el fuerte olor proveniente de la planta UPM”. En este registro además se da cuenta que es necesario un análisis para conocer el perjuicio que esto representa para la salud de los agentes. Y una hora después, a las 20:30 –siempre de ese 18 de septiembre de 2013- se deja registrado que el agente “Ángel de los Santos siente irritación en los ojos, mucosas y labios” y a las 23 se labra el acta 73/13.
El 22 de septiembre pasado a las 14:30 se deja “constancia que se percibe en el predio del Área de Control Integrado un olor nauseabundo proveniente de la pastera UPM Botnia; lo cual genera un malestar a la hora de realizar la labor, con ardores en los ojos” y en la piel.
Lo mismo ocurre el 5 de octubre pasado en dos oportunidades.
Preocupación
Los agentes aduaneros manifestaron su preocupación porque desconocen qué perjuicios a corto, mediano y largo plazo podrán sufrir al estar expuestos a estas situaciones.
Por este motivo, en los primeros días de noviembre se espera la visita de las máximas autoridades del sindicato a nivel nacional e incluso de la AFIP, para que constaten lo que se está padeciendo en el área de control integrado del puente internacional General San Martín.
En ese marco, los trabajadores han solicitado que al menos les sea provisto elementos como barbijos y protector visual, además de un agua especial para higienizarse dado que luego de los intensos olores muchos sienten ardor en la piel. “Además, nos traerán un protocolo de seguridad que nos indicará cómo proceder ante estos hechos”, indicaron los trabajadores aduaneros a El Argentino.
En la reunión del miércoles, la Asamblea Ciudadana Ambiental recibió la visita de los representantes de vecinos autoconvocados de los pueblos de Capiovi y Montecarlo (Misiones) que están en contra de la contaminación electromagnética en esas localidades y que viajaron hasta la ciudad para pedir asesoramiento.
Estas comunidades comenzaron a luchar desde hace un año para lograr desviar la traza de la línea de alta tensión (132 kv) de la zona urbana y desde la Asamblea decidieron por unanimidad respaldar y solidarizarse con el reclamo.
“Nosotros no estamos en contra del progreso sino preocupados y ocupados por este tema de la contaminación al ser humano que provocan las líneas de alta tensión pasando sobre nuestras cabezas”, indicó uno de los vecinos misioneros.
“Vinimos acá, porque la Asamblea de Gualeguaychú es muy respetada y necesitamos asesoramiento para saber cómo seguir”, añadieron y señalaron “no tenemos respuesta alguna y estamos muy preocupados