MUERTE DE CAZADOR.
GUALEGUAY SE DISPARO SU ARMA EN FORMA ACCIDENTAL.
Un muchacho de 27 años murió luego de recibir un disparo en la cabeza que se habría efectuado con su propia escopeta, en forma accidental, mientras viajaba en la caja de una camioneta, en una zona rural del departamento Gualeguay.
Según indicaron fuentes policiales el hecho ocurrió alrededor de las 2 de la madrugada del viernes, en una zona de montes, a unos sesenta kilómetros de la cabecera departamental. Un grupo de amigos estaban de cacería –en una época del año en que está prohibida– a bordo de una camioneta Ford F-100, cuando uno de ellos cayó accidentalmente sobre su propia escopeta, provocando el disparo mortal.
Daniel Osvaldo Torales, de 27 años de edad y oriundo de la ciudad de Rosario, falleció pocos minutos después, producto de las graves lesiones que le provocó el disparo en la cabeza.
Al parecer, el muchacho iba sentado sobre la rueda de auxilio y, en un salto por lo sinuoso del camino, cayó sobre su propia arma, una escopeta de doble caño y culata de madera, que se disparó, provocándole la muerte.
Investigación. Alrededor de las 9.30, dos amigos que estaban con Torales en el momento en que ocurrió el hecho se presentaron en la Comisaría de Sexto Distrito, dos hombres de 40 y 48 años, ambos oriundos de Rosario, quienes expusieron los detalles de cómo había ocurrido el accidente fatal, en momentos en que estaban cazando.
El cuerpo de Torales se encontraba todavía en la caja de la camioneta Ford F-100 en la cual se movilizaban los cazadores, y que habían dejado estacionada frente al destacamento policial, señaló una fuente policial.
Según indicaron los amigos de Torales, el accidente ocurrió cuando se dirigían en la camioneta hacia la casa en la cual se encontraban parando, propiedad de un hombre de 69 años a quien conocían de antes. El mayor era quien conducía la camioneta, mientras que los otros dos iban en la caja. Unos 600 metros antes de llegar a la casa, el arma que cargaba Torales se disparó accidentalmente y el tiro le dio en la cabeza.
Como si no fuera suficiente, a los pocos metros se agudizó una falla mecánica que ya tenía la camioneta y el motor se detuvo, por lo que los dos hombres debieron acudir a pie a buscar al dueño del campo en el que estaban realizando la cacería.
Accidente. Una vez realizada la denuncia, los amigos de Torales quedaron a disposición de la Justicia, mientras se realizaban las pericias a cargo del personal del Gabinete de Criminalística de la Policía de Entre Ríos.
Unas horas después, cuando se corroboró la versión que habían dados los hombres y se confirmó que se trataba de un hecho accidental, ambos quedaron en libertad.
En tanto, el fiscal auxiliar Pablo Mariano Guercovich, que intervino en el hecho, dispuso no practicar la autopsia, y ordenó que el cuerpo de Torales fuera trasladado hasta la morgue del cementerio de Gualeguay, con el fin de que sea correctamente identificado; y posteriormente dispuso que sea entregado a sus familiares.