El destino impredecible de la vida, hizo que hoy siete de septiembre, me tocara a mí que siempre sentí gran admiración por su tesón para la lucha social, publicar el reportaje que a continuación escucharán. Y hablo de esa inexplicable casualidad de la vida, ya que un día como hoy pero de 1990, María Soledad Morales disfrutaba de sus últimas horas de adolescente.
Hace exactamente 21 años la joven Catamarqueña y sus amigas del colegio Nuestra Señora del Carmen, preparaban su fiesta de curso para recaudar dinero para el viaje de egresados. Fue esa noche que María Soledad se despidió de su familia, sin saber que también lo hacía de la vida, ya que su cuerpo fue encontrado dos días después, en un zanjón con el rostro desfigurado, sin el cuero cabelludo, buena parte de la piel de su cuerpo hecha jirones, y altísimas dosis de cocaína.
Este aberrante crimen podría haber sido uno más. "Los hijos del poder", como se llamó desde siempre a los principales sospechosos, contaban con todo el aparato político, y de dominio para callar y encubrir el crimen, y de hecho (según lo que tanto denunció Marta) fue lo que pasó a lo largo de toda la causa.

Solo una verdadera y comprometida lucha social, como la que ella organizo y llevó adelante, pudo lograr que la verdad no muriera en las siniestras garras de la impunidad.
Fue así como a través de las multitudinarias marchas del silencio, el caso María Soledad se convirtió en una causa nacional, que revolucionó a Catamarca y a el país, y que además de terminar con la extensa dinastía de los Saadi en el gobierno de esa provincia, logro dar condena de 9 años de cárcel a Luis Tula, y 21 años a Guillermo Luque.

Pese a estar lejos de aquella Catamarca, la hermana Marta desde Goya Corrientes, no toma distancia de la lucha por causas sociales delicadas como la trata de personas, la prostitución y la violencia de cualquier género y tipo.

Es esta actitud la que la acerco a Villa Elisa, acompañada de Wanda Candal, quien representando a SEDRONAR también disertara sobre estos flagelos en la ciudad jardín.

Marta Pelloni, pese a la paz de que su espíritu manifiesta al hablar, supo ser el motor de las movilizaciones más impresionantes e históricas que nuestro país haya tenido jamás.

Cristian Lantelme. (Escuchar nota en el muro de la página)