En Uruguay, el partido entre el equipo de Gallardo y Universidad de Chile fue suspendido por agresión a uno de los líneas, vestido de amarillo y negro como Peñarol. Hasta ese momento, la U ganaba por 2-0 (en la ida se había impuesto por 1-0) y estaba clasificando a octavos.

Escándalo. Esa es la palabra justa para definir lo sucedido en Uruguay, en donde Nacional, dirigido por Marcelo Gallardo, jugaba ante Universidad de Chile, por la vuelta de uno de los choques de la segunda fase de la Copa Sudamericana. ¿Qué pasó? El partido debió ser suspendido en el segundo tiempo, cuando los trasandinos ganaban por 2-0, por una agresión al paraguayo Milciades Saldívar, uno de los jueces de línea, por parte de la hinchada del Tricolor.

De movida, ya hubo un clima tenso hacia los pitos, producto de la vestimenta que habían utilizado para dirigir el encuentro. En forma insólita y poco sensata, la parcialidad de Nacional se había ofuscado porque estaban usando una remera que combinaba los colores amarillo y negro. Obviamente, lo asociaron con Peñarol, su eterno rival. Sin palabras… Y, encima, con los dos goles marcardos por la U (en la ida había ganado 1-0), por intermedio de Eduardo Vargas y Matías Rodríguez en menos de un minuto, la cosa comenzó a caldearse más aún. El equipo del Muñeco necesitaba hacer cuatro goles para revertir la historia. Sin embargo, con el correr de los minutos, todo se empezó a complicar ante la impericia del local.

Pero todo llegó a su fin cuando iban ocho minutos de la segunda parte, cuando un rollo de papel impactó en la humanidad de Saldívar, que lo dejó fulminado. Sin que su compañero pudiera recuperarse, Antonio Arias, el árbitro principal, decidió finalizar el partido.

Si bien resta conocer la decisión de la Conmebol, es un hecho que Universidad de Chile se meterá en los octavos de la Copa. Por su parte, Nacional seguramente recibirá alguna sanción por lo acontecido.