El progenitor señaló que “la nena empezó a contarme cosas” como que “la dejaban encerrada todo el día, con su hermanito de 4 años, con un balde dentro de una pieza para que hagan sus necesidades ahí”. Además, sostuvo que dormían en un colchón en el suelo de la vivienda, “porque se le rompió la cama y no fueron capaces de arreglarla”. A pesar de que “la cuota alimentaria que yo le paso es $1350”, recalcó el padre de los menores, añadiendo que “ella (la madre) lo ocupaba para pagar su alquiler y sus cosas”.

Actualmente la tenencia provisoria fue otorgada al padre, a la que considera “una gran pelea”, porque “no quiero que sea una tenencia provisoria”. Asimismo, remarcó: “Saqué a los nenes de ahí, pero los psicólogos me recomiendan que no corten el vínculo con su madre”. Y agregó que cuando la madre se enteró de lo sucedido, “me dice que ella confía en la palabra de este hombre y continúan conviviendo, aunque me diga que no”. La denuncia fue únicamente realizada por el progenitor, ya que la madre de los menores no presentó hasta el momento ninguna acusación contra el presunto abusador.

Sobre precisiones de la cantidad de veces que la niña habría sufrido el abuso, el padre remarcó que no hay precisiones aún, “por el horario de trabajo de la madre, que llegaba a las 4 de la mañana”, se supone que sería el momento donde el hombre aprovechaba para abusar de ella. Aunque el denunciante afirmó que “sé que fue más de una vez”. Y añadió que “a medida que va pasando el tiempo, la nena me sigue contando más cosas”.

El relato del padre sostiene que el resto de la familia materna “está indignada con esto que pasó y no se ven con la madre. Los abuelos también están con bronca”.

Aseguró que los chicos tratarán de seguir con su vida cotidiana, yendo a la escuela, “donde ya están en conocimiento de todo”. Y advirtió que “voy a dar la orden que los abuelos y las tías sean las únicas autorizadas en que los vean, porque ellos son felices cuando están con ellos, y los cuidan bien”.

Por su parte, abuela paterna de los menores, agregó al relato de su hijo que “cuando la nena se iba de la casa de su papá lloraba porque no quería irse. Ese fue un mensaje que no supimos entender hasta ahora”. También remarcó que entiende que “al daño seguramente lo sufrieron los dos, porque el nene no sabe contar, sabe hablar pero no explicar”. Y agregó “según lo que dice la nena es que (la madre y su pareja) hacían sus relaciones delante de ellos y les decían: ‘miren porque ustedes ya son grandes’”