El hallazgo de un grupo de restos óseos, de lo que podría ser un brazo humano, convulsionó en la tarde de ayer a la comunidad de San Benito, donde inmediatamente comenzaron a circular nuevos rumores sobre el recordado caso del secuestro y desaparición de Fernanda Aguirre, la adolescente que fue vista, por última vez, el 25 de julio de 2004.
Una serie de hechos y el hermetismo, que rodea el hallazgo, no hizo más que hacer crecer los rumores en diferentes ámbitos de la capital entrerriana y, pese a la cautela de las autoridades policiales, no deja de mencionarse el nombre de la adolescente hija de la ya fallecida María Inés Carbol.
Es que al mediodía se pudo conocer el hallazgo de estos restos óseos, que serían humanos, por parte de una persona que excavaba en una obra en construcción, ubicada en la zona del arroyo Las Tunas, que limita San Benito con Paraná, a poca distancia de la avenida Almafuerte. De acuerdo a los primeros relatos de testigos en el lugar, se trataría de una persona joven, indicaron. Además, según las primeras informaciones, el grupo de huesos tendría un anillo en lo que podría ser una mano.