Fue sorpresa esta mañana. Cuando todos creyeron que el movimiento de recambio había concluido o que al menos ya había cruzado gran parte del volumen de turistas, el puente San Martín se vio desbordado nuevamente.
Una verdadera avalancha de argentinos saturó las instalaciones de ingreso al Área de Control Integrado y toda la estructura del tendido binacional que generalmente y por razones de seguridad debe quedar libre.
Según fuentes de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) sobre las 10 de la mañana había nueve kilómetros de colas del lado argentino.
Gendarmería de ese país habilitó el cruce por tandas.
Del lado uruguayo inmediatamente duplicaron las vías de acceso y para evitar aglomeraciones y esperas fue necesario habilitar dos carriles a contramano, es decir en la zona destinada para el egreso que hoy presentaba escasa operativa.
El jefe local de Migración, Héctor Dall Oglio, informó "que el ingreso es intenso, por lo que debieron habilitarse ocho colas de ingreso y está cortado el lado argentino".
Los turistas deben esperar dos horas para poder cruzar hacia Uruguay.