El padre Pedro Brassesco, párroco de la Parroquia San Antonio, de Gualeguay y director diocesano de las Obras Misionales Pontificias en la Diócesis de Gualeguaychú, fue elegido como el representante de la Iglesia de Argentina para participar, en Roma, de un curso sobre actualización misionera para laicos y religiosos de habla hispana. El curso se lleva a cabo en el Centro Internacional de Animación Misionera, y se extenderá hasta el 15 del actual.
Los directores de los Centros Diocesanos Misioneros son los que, por mandado del obispo, están a cargo de toda la pastoral misionera de la diócesis. Forman parte de las Obras Misionales Pontificias, una institución de la Iglesia encargada de infundir en los católicos el sentido misionero, no sólo entre los fieles sino también entre los propios sacerdotes.
Junto al padre Brassesco, viajó también a Roma Dolores Lenna Coghlan directora de la Diócesis de Río Gallegos, quien dijo que “este encuentro es una gracia de Dios porque permite capacitarnos, renovarnos, reflexionar sobre nuestro rol frente a la Iglesia y, además, en Río Gallegos lo vivimos como un regalo ya que estamos transitando los 50 años de la Diócesis”. En tanto, el padre Brassesco afirmó que “es una gran oportunidad para poder profundizar sobre el espíritu de la misión y sobre todo actualizar nuestros esquemas y visiones sobre la misión en nuestro país y en cada diócesis”.
Desde Roma, el sacerdote contó detalles de la experiencia de formación junto a representantes de distintos países de habla hispana. El padre Vito del Prete, secretario general de la Pontificia Unión Misional, les explicó a los participantes que la misión está atravesando una profunda crisis y que la misión ad gentes se declama, se celebra, pero no se realiza. Y que las iglesias se están encerrando en sí mismas, en sus problemas internos.
Además, que el trabajo misionero no puede seguir apoyándose en un mismo esquema repetitivo, porque ha cambiado el mundo, la cultura.