Si las expresiones del gobernador Sergio Urribarri pasan del dicho al hecho, la extensión horaria en las escuelas de tiempo completo será la anécdota del programa. Este aspecto quedó en claro en la inauguración del ciclo lectivo ocurrido ayer en Concordia. Si bien el plan fue presentado ante la prensa como “escuelas de jornada completa”, la iniciativa se sustenta no sólo en “sacar de la calle” a niños de barriadas socialmente vulnerables. No se trata de que pasen más tiempo en la institución, sino en que en ese lapso el alumno realice la práctica de deportes y tenga acceso a distintas manifestaciones culturales, al punto que la idea es que cada establecimiento cuente con su propia banda y coro. En paralelo, más allá de la escolaridad necesariamente uniforme, la idea es que cada caso sea abordado de manera particular, para lo cual se ha planteado que deben hacerse relevamientos permanentes para detectar desde falencias constructivas en la vivienda hasta situaciones de violencia doméstica y consumo de drogas, aunque sean del tipo socialmente tolerado.
Visto desde ese lugar, no hay dudas de que el proyecto necesita de un alto compromiso institucional y no podrá mostrar resultados alentadores si las autoridades de cada establecimiento no protagonizan el proceso que, claramente, supera el concepto tradicional de lo escolar.
OTRA MIRADA. En la ceremonia de ayer, el Gobernador transmitió que las Escuelas Nina, como se denomina a los escuelas de doble jornada, ubicadas en zonas vulnerables también podrán contar con sus netbooks, tal como las reciben las secundarias en el marco del Programa Conectar Igualdad. De hecho, ayer empezaron las clases en 11 escuelas, que se suman a las 42 que ya estaban funcionando.
“Este es un giro de 180 grados, diría una nueva actitud del gobierno ante la educación en zonas vulnerables. No queremos mirar para otro lado, por eso plantemos que los chicos estén más tiempo en la escuela y que ese tiempo sea de mayor calidad. La jornada completa significa retener al niño en la escuela no para que estudie más horas, sino para que además de estudiar las horas que deba estudiar, en las otras horas pueda desarrollar actividades que tienen que ver con la música, el deporte o el arte”, dijo Urribarri en la escuela Nº 75 “2 de Abril”, acompañado por gran parte de su gabinete y el intendente local, Gustavo Bordet.
Las nuevas escuelas de doble jornada adquieren dos características inéditas respecto de otras provincias: una de ellas es que los chicos tienen doble turno pero los maestros no. Por la mañana se desarrolla un tipo de actividades y por la tarde, talleres que llevan adelante otros docentes. Y la otra característica es que los docentes de los talleres son seleccionados de acuerdo a los proyectos que presenten para los niños de estas escuelas.
“Esta es una oportunidad como ninguna de rescatar personas, poder salvar vidas, teniendo a la educación como herramienta fundamental y no podemos fracasar. Esto no es más de lo mismo. Es una cosa nueva, distinta, muy exigente, y para eso estamos dispuestos a poner todos los recursos humanos y económicos que sean necesarios. Queremos entusiasmar a la comunidad educativa porque de esto tienen que participar los papás, la gente del barrio y es clave lo que hagan los directores de la escuela”, añadió el mandatario.
La jornada doble
Uno de los objetivos de la modalidad doble jornada es revertir los índices de repitencia, abandono y desgranamiento en la escuela primaria. La doble jornada comprende ocho horas, desde las 8 hasta las 16. Al momento de llegar a la escuela los niños reciben el desayuno y luego comienzan el desarrollo de las áreas curriculares como lengua, matemáticas, ciencias sociales y naturales.
Posteriormente, comparten el almuerzo en el comedor y a continuación se plantea un módulo de 80 minutos, en el cual se desarrollan los proyectos impulsados por los docentes. Después se realiza un segundo taller, también a contraturno, para el aprendizaje de danzas, música, literatura, lenguas extranjeras, deportes y teatro. En estos espacios de formación, los niños podrán incorporar herramientas que a futuro les posibilitarán su inserción en la educación secundaria. Antes de retirarse del establecimiento, los chicos concurren nuevamente al comedor para tomar la merienda