Bovril quedó desierta por la noche. El movimiento se trasladó a una boda a la que asistió desde la gente del pueblo hasta familiares de otras provincias. El terreno quedó despejado para el accionar rápido, fácil y eficaz de los ladrones que se llevaron más de medio millón de pesos de una casa. Ahora todos son sospechosos: desde los vecinos que no fueron a la fiesta hasta los invitados. Los maleantes ingresaron por el fondo a la vivienda. Allí vive la secretaria de una escribanía. Por costumbre, la mujer se llevaba el dinero y lo guardaba en el placard de su habitación. El dato llegó a los oídos de los ladrones, que esperaron la oportunidad de que la casa quedase vacía para dar el golpe.