La actividad de los buzos y la búsqueda en el río y las orillas no se detuvo en ningún momento, pero hasta ahora, no hubo novedad", informó Walter Melo, de la oficina de Prensa de la fuerza.
En tanto, navega aguas arriba en dirección al lugar del siniestro, en el kilómetro 102 del Paraná de las Palmas, una grúa despachada ayer por la mañana desde La Boca, para la tarea de remoción del barco hundido.
"Calculamos que llegará mañana (por hoy) a mediodía. El buque ya está apuntalado para que comiencen los trabajos con la grúa", dijo Melo a Télam.
El jefe de la Prefectura, área Delta, Sergio Gaetán, había anunciado que la búsqueda continuaría sin pausa. "Los buzos sólo se detendrán cuando la tarea de remoción del buque con una grúa impida la operación", dijo.
La tragedia se desató a las 3.58 del sábado, cuando el "Río Turbio" colisionó con una barcaza paraguaya con contenedores que iba en sentido contrario, empujada por el remolcador "Ava Payaguá", cuya tripulación, de doce hombres, no sufrió bajas.
De los ochos tripulantes del arenero argentino, que iba de San Pedro a Buenos Aires, sólo sobrevivió el segundo oficial maquinista Héctor Bogado, de 62 años.
Bogado saltó al agua cuando el Río Turbio comenzó a inclinarse a estribor (derecha), y terminó volcado sobre ese lateral, apoyado sobre el lecho del río, con una parte del lado izquierdo asomando sobre la superficie.
El náufrago fue auxiliado por los tripulantes de la embarcación paraguaya e, inmediatamente después, fue recogido por un guardacosta de la Prefectura, que lo dejó en tierra firme a las 4.24, según consta en el libro de guardia de la jefatura en Zárate.
Luna, de 24 años, es el miembro más joven de la infortunada tripulación, con la que embarcó para reemplazar a otro marinero, y está a punto de ser padre.