Los servicios de pediatría de los hospitales Materno Infantil San Roque de Paraná y Justo José de Urquiza de Concepción del Uruguay refuerzan sus acciones. Además señalan que están preparados para atender la creciente demanda y recomiendan a los padres la pronta consulta al médico.
Para el pediatra Roberto Ariel, jefe del servicio de Pediatría del Hospital Materno Infantil San Roque de Paraná, es fundamental, en los meses del invierno, estar especialmente atentos a las vías respiratorias. En ese sentido recomienda: abrigo lógico, no desmesurado, no calefaccionar demasiado los ambientes, ventilar los ambientes para no generar mala combustión e intoxicación por hidróxido de carburo. “A veces se calefacciona con hogar a leña o braseros que generan mucho humo en el ambiente y, si el chico tiene tendencias a tener asma o bronquitis obstructiva, puede llegar a ser peor la calefacción que no calefaccionar el lugar”, ejemplifica.
El profesional afirma que “no hay una mayor cantidad de casos de bronquiolitis, sino la cantidad de casos esperados por la época del año que estamos transitando”.
“Habitualmente llega la época invernal y las enfermedades respiratorias aparecen. Se da con el virus sincitial respiratorio, con picos importantes en los meses de junio y julio y durante el primer semestre de la vida”, apunta Ariel.
Bronquiolitis
La persistencia de las bajas temperaturas suele aumentar la incidencia de patologías como la gripe. Y asociada a ésta, la bronquiolitis es la prevalente en niños.
Cuando las vías aéreas pequeñas se inflaman, fundamentalmente los bronquiolos de los lactantes menores de 2 años, se llama bronquiolitis. Se manifiesta por secreción nasal, tos y dificultad para respirar, con o sin fiebre, precedido por una infección respiratoria alta (como por ejemplo, otitis media).
El origen más frecuente de esta patología es el virus sincitial respiratorio. Para enfrentar a esta infección estacional, característica de las temporadas frías, los servicios públicos de salud crearon postas respiratorias, consultorios especializados en atender los casos para determinar cuáles requieren de internación y cuáles no.
Respecto a la bronquiolitis, el pediatra destaca que las características graves “empieza siendo una infección respiratoria con secreciones nasales, a veces con algunas líneas de temperatura, generalmente con bastante tos y en pocas horas se incrementa la dificultad respiratoria al punto de perjudicar la calidad de vida en cuanto a la posibilidad de comer y dormir con normalidad”.
Ariel indica que en salud pública se trabaja bajo la premisa de que todos los niños van a recibir la mejor atención que se pueda. “Siempre sucede que el pico estacional es tan importante que rebasa toda capacidad de atención. No obstante, la cantidad de casos es la misma todos los años en esta época. Por eso tratamos de jerarquizar en un consultorio específico quién realmente necesita internación para no saturar las camas con chicos que en dos o tres horas están recuperados y pueden seguir su tratamiento ambulatorio.
En ese sentido, recomienda que ante estos casos, recordar que “la gran mayoría de las bronquiolitis son especialmente delicadas cuanto más chico es el bebé”.
También es importante tener en cuenta la pronta consulta al hospital o centro de salud más cercano. “El gran porcentaje se soluciona con tratamientos conservadores: verificación y aspirado de secreciones nasales, aplicación de vapor, control de temperatura. Algunos chicos necesitan el suministro de oxígeno o, por tener dificultad para respirar, necesitan asistencia respiratoria un poco más invasiva y –eventualmente– nutrición por vena hasta tanto pueda nutrirse por vía oral”, explica Ariel.
El jefe de Pediatría del Hospital Materno Infantil San Roque de la capital entrerriana detalla que están trabajando casi a “cama caliente”. Y dice: “No terminamos de darle el alta a un chico que ya hay uno esperando su lugar. Afortunadamente, si no hay complicaciones, las internaciones por bronquiolitis son relativamente cortas, en general son dos o tres días. Los casos que llegan a terapia son los casos por enfermedad concurrente”.
En el San Roque, ante cualquier dificultad respiratoria, los padres pueden acudir a la Posta de atención de chicos con problemas respiratorios. Allí, el equipo de profesionales del nosocomio realizan un score inicial, para ver cómo llegó, indican y hacen los tratamientos que consideran oportunos –aspiración de secreciones, kinesioterapia, descenso de la temperatura corporal, broncodilatador y corticoide– y se lo evalúa en una hora o dos. Si el niño mejora lo suficiente para comer y dormir adecuadamente es derivado a su domicilio o su centro de salud más cercano. Si en el par de horas de atención el paciente no mejora o desmejora, queda internado para recibir un tratamiento más intensivo.
Costa del Uruguay
“De todos los cuadros de dificultad respiratoria, la bronquiolitis va a la cabeza”, afirma la jefa de Pediatría del Hospital Justo José de Urquiza de Concepción del Uruguay, Marta Catterino. “Le siguen los lactantes sibilantes, que ya han tenido bronquiolitis y que hacen cuadros obstructivos bronquiales a repetición”, agrega la profesional, quien destaca que la mayoría de las consultas pediátricas se realizan por fiebre, dificultad y aumento de la frecuencia respiratoria, incluso falta de apetito. “Generalmente son lactantes que días antes han presentado un cuadro de vías aéreas superiores: empiezan con rinorrea, secreción nasal y después se agrega el cuadro de dificultad respiratoria”, refiere.
Ante la gran demanda de consultas, en el hospital se creó el Consultorio Respiratorio. “Dentro de la misma guardia los pacientes son evaluados. Los que no pueden regresar a su domicilio son internados y los que pueden son citados en 24 horas para control en consultorios destinados para ese efecto”, destaca.
“Un score permite categorizar a los pacientes y ver en qué etapa de su enfermedad se encuentran y con qué puntaje para evaluar si pueden manejarse en forma ambulatoria o merecen ser internados. Se aplican los PAF de salbutamol y se controla. La internación se da si quien tiene una dificultad respiratoria severa no mejora con la medicación instituida en ese momento”, destaca Catterino.
Este consultorio respiratorio también se encuentra trabajando “a cama caliente”. Pediatría cuenta con unas 25 camas que, actualmente, están todas ocupadas.
La pediatra destaca que aún no han atendido un caso grave de bronquiolitis. Sí han asistido bronquilitis severas que pudieron atender y solucionar en el hospital, sin necesidad de concretar una derivación por necesidad de cuidados intensivos.
Para tener en cuenta
Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón y cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo al toser o estornudar, constituyen hábitos saludables que ayudan a disminuir el impacto de las enfermedades respiratorias.
También contribuye a sanear los espacios ventilar los ambientes y permitir la entrada de sol en casas y otros lugares cerrados; mantener limpios picaportes y objetos de uso común, no compartir cubiertos ni vasos y enseñar a los niños a lavarse frecuentemente las manos en la escuela y el hogar.
Las embarazadas y puérperas; los niños de 6 meses a 2 años (quienes deben aplicarse 2 dosis); las personas entre 2 y 64 años con enfermedades de base y el personal del sistema de salud, deben vacunarse contra la gripe, y lo pueden hacer en forma gratuita en cualquier centro de salud.
Para los bebés y los niños más pequeños, la prevención de la mayoría de las enfermedades empieza con la lactancia materna. A través de ella, se transmiten defensas que permiten que los niños estén en mejores condiciones para enfrentarlas. Ante cualquier síntoma de enfermedad, es vital no interrumpir el acto de amamantamiento y acudir al médico.
Si un niño menor de 5 años presenta fiebre, ruidos al respirar, tos, decaimiento o rechaza la comida, debe ser llevado sin demora al centro de salud más cercano. Allí los profesionales podrán detectar y tratar a tiempo las infecciones respiratorias, impidiendo que desarrollen cuadros graves.
Específicamente los niños de entre 6 meses y dos años deben aplicarse la vacuna antigripal incluida en el Calendario Nacional, al igual que las mujeres que tienen bebés menores de 6 meses para protegerlos a través de la leche materna.
Los ambientes donde se encuentran los niños deben ser 100 por ciento libres de humo de tabaco dado que el mismo disminuye el funcionamiento de las defensas del aparato respiratorio en los niños más pequeños.
El cuidado del aire interior de las viviendas también requiere evitar el humo de leña, ventilar las habitaciones donde hay brasas o una llama porque producen monóxido de carbono (un gas altamente tóxico), cuidar la casa del moho y la humedad para prevenir el desarrollo de bacterias y evitar la aplicación de insecticidas en aerosol.