Scott Rodgers llegó con demora a la ciudad de Colón, pero finalmente pisó suelo colonense cerca de las 18 del día de ayer. El vuelo que debió aterrizar a las 9 de la mañana en el Aeropuerto de Carrasco en Montevideo tuvo que ser desviado por la intensa niebla y recién pudo tocar suelo uruguayo a las 13, con cuatro horas de retraso. Una vez en Montevideo, el escolta estadounidense fue recogido y en automóvil fue trasladado hacia la ciudad de Colón, donde arribó en horas de la tarde, 120 minutos antes del entrenamiento nocturno del equipo. Justamente por ésta razón y por haber estado viajando prácticamente 24 horas desde Philadelphia hasta Colón, es que no fue parte de la segunda sesión del día.

El norteamericano fue un espectador de lujo de la práctica, siempre con una pelota en sus manos y una vez que finalizó la actividad, saltó a la cancha para realizar unos lanzamientos al aro para intentar distenderse luego del largo viaje.

Scott comenzará a trabajar con el grupo que lo viene haciendo desde el 30 de julio en el turno matinal del día de hoy.

El cuerpo técnico aprovechó la cena en el club de anoche para entregarles a los jugadores el libro de jugadas que serán utilizadas durante la temporada venidera. Algunas de ellas ya están siendo puestas en práctica en los entrenamientos nocturnos.

Mientras tanto, se espera por el primer partido de pretemporada, que no será nada fácil, ya que el rival será Regatas de Corrientes en el primer día de competencia del Súper 4 “Camino a los 150 años de Colón”.

Por otra parte, la directiva sigue trabajando para acordar más amistosos. En principio jugaría como local frente a otro conjunto de TNA en los primeros días de septiembre, mientras que también se busca cerrar dos partidos ante un conjunto de Liga Nacional. Aunque todavía no hay nada confirmado de manera oficial.