En lo que va del año llegaron al hospital San Roque 31 casos de niños que fueron aguijoneados. Cuatro de ellos debieron ser internados y se les dio medicación. Si bien no estuvieron en terapia intensiva, permanecieron en una sala intermedia. Así lo informó Lucía Godoy, encargada del nodo epidemiológico.
Los más vulnerables al veneno son los niños más pequeños y los ancianos.
“Lo primero que hay que hacer es poner hielo porque la picadura quema. Después hay que tratar de tranquilizar a la persona, sobre todo si es nerviosa, porque el veneno a veces genera taquicardia”, dijo Godoy. Después hay que acudir en forma inmediata a un médico o al centro de salud más cercano.
En toda la provincia hay 40 centros antiponzoñosos distribuidos de tal manera que no están a más de 50 kilómetros entre uno y otro. Ellos están provistos de stock de antivenenos de víbora yarará, alacrán tityus trivittatus y araña loxossceles.
Dentro de las recomendaciones, siempre se solicita que se lleve el arácnido que causó la picadura en un frasco y en lo posible vivo. Uno de los lugares receptores es la Dirección de Epidemiología. Analía Corujo, responsable del Centro de Información, Asesoramiento y Asistencia Toxicológica, dijo: “No tenemos un número fijo por semana de cuántos alacranes nos llegan. Hace poco tiempo, en una sola palada de una construcción, venían 25”.
Cuando los padres de un paciente llevan el alacrán al San Roque, este lo deriva a la Dirección de Epidemiología que es la encargada de enviarlos al Instituto Malbrán de Buenos Aires. Lo mismo hace la Dirección de Zoonosis.
En Buenos Aires, se toma el mismo veneno para producir el antídoto.
Para prevenir
Dentro de las medidas preventivas, el director de Zoonosis, Matías Torres, señaló: “Siempre hay que realizar tares de limpieza y saneamiento en el hogar. También fumigar, mantener el pasto corto y evitar acumulación de escombros, leñas y chapas”. Estos arácnidos provenientes de ambientes desérticos, se adaptaron a las temperaturas húmedas de la zona y en esta época del año es cuando hay que extremar los cuidados.
Descripción
El alacrán venenoso de nuestra zona es neurotóxico. Produce dolores intensos, enrojecimientos y afecta al sistema nervioso. Así lo explicó Matías Torres, director de Zoonosis.
Es de color marrón claro, con rayas longitudinales en el dorso y pinzas alargadas, además del aguijón en la cola.
Siempre van de a dos. Cuando aparece uno, hay que buscar el otro.
Se recomienda tapar cañerías , rejillas en baños y cocinas con tela metálica. Sacudir ropa y zapatillas si quedan en el suelo. No caminar descalzo y correr el respaldar de la cama varios centímetros de la pared.
Son nocturnos, de día se pueden esconden en roperos y detrás de cuadros en la pared.