Se trata de Horacio Lanfranchi, oriundo de Buenos Aires, que desde hace aproximadamente tres años reside en Concepción del Uruguay, donde había decidido radicarse e invertir en la construcción de viviendas. Pero al parecer, los problemas con un trabajador de la construcción lo llevaron a desistir de este propósito, decisión que terminó con el grave incidente ocurrido hace una semana en el barrio La Rural, y que derivó en una causa penal.
Lanfranchi explicó la historia de lo sucedido: “Con mi esposa, en lugar de comprar una casa decidimos alquilar y con el dinero invertir en un lote y construir cuatro casitas en el barrio La Rural. Entre los que trabajaron en esta obra hubo un peón albañil llamado Darío Sanguineti, que fue una persona siempre conflictiva, por lo que duró poco en la obra. Ya casi terminando la primera de las casas, llegó una demanda de suya, patrocinado por conocidos abogados, y como dijo ser pobre tiene el beneficio de litigar sin gastos. Estos abogados, que son cinco, le promueven el juicio. Sorprende cuando la Justicia le da prueba anticipada, lo que significó que entraran a la casa en construcción como allanando la misma para medir y evaluarla. Luego obtuvieron el embargo preventivo, por lo que ahora no me puedo ir de la ciudad, que es lo que deseo verdaderamente, ya que no quiero seguir invirtiendo en Concepción”, destacó el hombre.
El denunciante señala que desde hace un año que no realiza más inversión, lo que impide seguir trabajando y además serios perjuicios a la inmobiliaria que había vendido algunas de estas propiedades. Pero el conflicto no quedó sólo en los expedientes: “Sumado a este largo juicio que está promoviendo, llegan incomprensibles agresiones por parte de los hijos de esta persona, aprovechando que viven frente a la casa de mi suegra. Nos atacan permanentemente con piedras y gomeras, insultos y amenazas, que llegaron a su punto más grave el sábado pasado, cuando empezó a gritarme y reclamarme el no ir a las audiencias. De eso pasaron a la agresión por parte de los hijos, y luego vino él y le pegó a mi esposa, y cuando yo fui sacó un machete y me atacó, provocándome las lesiones que están a la vista. También lesionó a mi cuñada en una mano, cuando ella intentó intervenir para que no nos siguieran agrediendo”, destacó Lanfranchi .
Luego de este violento episodio que rebalsó el vaso, Lanfranchi dijo estar muy desilusionado por todo lo que les pasa, y se ven tan afectados que no pueden descansar por la preocupación que esta situación genera, perjudicando hasta en la parte laboral, porque el agresor continuó con sus permanentes acosos y burlas.
“Yo quería contar esto para que se sepa y considero que tratar de invertir se torna peligroso. Yo vine a esta ciudad que me gustó mucho, pero me veo sorprendido ante esta impunidad. La denuncia está hecha, pero no tengo respuestas hasta el momento y solo he recibido notificaciones de la parte civil. Esperamos que se solucione esto cuanto antes”, finalizó, pero quedando con la firme idea de irse a vivir a otro lado.