Este martes Pablo Federico Casaretto de 24 años, oriundo de la ciudad de Colón, se presentó ante la Sala Penal de Concepción del Uruguay, donde se le dictó un fallo que lo obliga a realizar trabajos comunitarios y al pago de una mensualidad, por su responsabilidad en un trágico accidente ocurrido en el 2010 en el departamento Colón.
Pablo Federico Casaretto de 24 años, protagonizó el grave accidente de tránsito el 31 de julio de 2010, cuando alrededor de las 7 de la mañana, alcoholizado y a gran velocidad, circulaba conduciendo un Ford Focus, siendo acompañado por otras ocho personas.
En esa oportunidad, el auto habría realizado una serie de zig-zag sobre la ruta provincial 26, que une las localidades de Colón y San José, colisionado sobre el puente del arroyo Artalaz a una camioneta Chevrolet, para luego impactar de frente contra un remis Ford Escort, tras lo cual rebotó contra la valla de contención del puente.
En el Escort viajaba como pasajero Roberto “Galleguito” Valado Zabala de 19 años, que lamentablemente murió de manera instantánea, a raíz del traumatismo de cráneo y tórax, en tanto que el chofer quedó vivo, aunque con lesiones de consideración.
Como saldo además hubo numerosos heridos, entre los que estaba el propio Casaretto, que acababa de salir de un boliche bailable, y los adolescentes que llevaba en su auto, así como los tres ocupantes de la Chevrolet.
El hecho causó gran conmoción en ambas localidades y desde ese momento la familia de la víctima fatal comenzó su peregrinar exigiendo justicia. Un año después, amigos y familiares del “Galleguito”, pintaron la Estrella Amarilla en el lugar del luctuoso suceso y continuaron con sus marchas de reclamo.
Este martes los familiares de Roberto “Galleguito” Valado y el acusado del homicidio culposo, se vieron las caras frente a frente por primera vez, en la Sala de Audiencia de los Tribunales de La Histórica. Mientras el imputado intentaba esquivar la mirada de los padres de la víctima, los Valado fijaban su vista en Casaretto, pudiéndose sentir en la Sala la tensa situación.
La audiencia, presidida por el doctor Alberto Seró comenzó con la lectura de la presentación de la Defensa ejercida por el Estudio Pérez- Arrechea, estando presente en la sala en representación, el doctor Adrián Amarillo, que solicitó la Probation y el pago de una suma compensatoria por el daño ocasionado.
Este pedido fue abalado por la Fiscalía, ya que el acusado no presentaba antecedentes penales y se consideraba que se estaba ante un hecho fortuito, debiéndose destacar que en estos casos considerados homicidios culposos, se contemplan penas excarcelables.
Tras las lecturas de las presentaciones de las partes, y teniendo en cuenta la conformidad de la Fiscalía, el juez concedió la posibilidad del pago en resarcimiento propuesto por la Defensa de Casaretto, actualmente empleado en una agencia marítima donde cobraría unos 4.800 pesos mensuales. Este pago sería de una suma de 3.000 pesos en efectivo y una cuota mensual de 300 pesos durante 3 años, a lo que se le agregó una probation por igual plazo, lo que deberá ser acordado con la defensa del acusado en los próximos días.
Reacción
Inmediatamente de concluida la audiencia, la reacción de los familiares del joven Roberto “Galleguito” Valado, no se hizo esperar y comenzó una seguidilla de insultos contra Casaretto.
“Nos arruinaste la vida. Tenía 19 años y lo mataste hijo de p… Vivo cada día sufriendo por lo que nos hiciste. Mi hijo no vale 300 pesos. Metete la plata en …, asesino. Seguis yendo a Colón todos los fines de semana para mamarte y seguir haciendo de las tuyas”, gritaba desconsolada Celina Zabala, madre del chico muerto, en tanto que su esposo Roberto, recriminó “Esta es la vida de uno. Va a seguir suelto matando gente. No solo la vida de mi hijo, puede ser cualquier otro”.
Ante la situación, el imputado, salió rápidamente de la Sala con su abogado, debiendo intervenir personal policial para evitar que las cosas se complicaran debido a la alteración de los familiares.
Según señalaran antes de retirarse, la medida dispuesta será apelada, pero las esperanzas de que se revierta la situación son mínimas.