La lectura de la imputación y el acuerdo de las partes en el que se ratificó la pena fijada en 17 años de prisión efectiva, llevó 10 minutos. Es el tiempo que duró el juicio abreviado por el que se condenó a Omar Waigandt, acusado de asesinar a su ex pareja Mariana Steimbrecher, en un hecho macabro ocurrido en la localidad de General Ramírez, el 14 de enero de 2010.
Ayer, la Sala Segunda de la Cámara del Crimen de Paraná, que integran Marcela Badano, Marcela Davite y Ricardo Bonazzola, abrió un cuarto intermedio hasta el 10 de diciembre, cuando se conocerá la sentencia, a las 10 de la mañana.
El abogado querellante Nelson Schlotauer, el defensor Domingo Luis Negri y el fiscal Rafael Cotorruelo fijaron la pena en 17 años de prisión efectiva. El imputado, una vez que se le leyó el acuerdo, manifestó que aceptaba la condena. Lo hizo en la sala de los tribunales de Paraná con presencia de familiares y amigos de la víctima.
El único que decidió expresarse fue Negri, quien en su alocución le solicitó al tribunal que comunique a la Superintendencia del Superior Tribunal de Justicia que su defendido había sido víctima de una “mala praxis judicial” por parte del defensor oficial, Luis Pedemonte, quien representó a Waigandt en un primer momento. Luego de la corta jornada, el abogado explicó que “no hubo derecho a la defensa, ya que Pedemonte no presentó ningún escrito”, se quejó el hombre de Nogoyá.
EL CASO. El hecho ocurrido hace dos años fue aterrador. Del análisis de la totalidad del material probatorio –según el juez Jorge Barbagelata– existieron “elementos de convicción suficientes” para tener por acreditada la autoría de Waigandt en el hecho que le fuera atribuido. El magistrado llegó a la conclusión que “luego de la ruptura de la relación que lo unía con Steinbrecher, quedaron asuntos pendientes entre ambos” y que la noche del hecho el acusado interceptó a la mujer, “comenzando a discutir, para luego propinarle sin previo aviso, y sin posibilidades de que ésta se defendiera de las puñaladas sobre el cuerpo”.
Del expediente se desprenden testimoniales que adquieren fundamental relevancia. La mayoría por parte de vecinos del lugar que, -al momento de ocurrir el ataque- escucharon gritos de una mujer. Cuando se acercaron pudieron ver a un hombre que atacaba a la mujer. Otros vecinos que caminaban en esa dirección presenciaron que el atacante salió corriendo y la mujer quedó tirada en el piso. Fue trasladada a la Clínica Parque de la ciudad de Crespo, y a las pocas horas falleció.
